Cómo cultivar plantas aromáticas en maceta: desde albahaca a hierbabuena

Cultivar plantas aromáticas como albahaca y hierbabuena en macetas es una forma sencilla y gratificante de tener ingredientes frescos al alcance, embelleciendo tu hogar y aportando fragancias naturales.

Las plantas aromáticas ofrecen una gran de variedad

Cultivar plantas aromáticas en macetas es una excelente opción para quienes desean disfrutar de hierbas frescas en casa, incluso con espacio limitado siendo estas plantas que no solo aportan sabor y aroma a tus platos, sino que también embellecen el entorno y pueden actuar como repelentes naturales de insectos.

A parte de ello, durante el siguiente artículo que te describo a continuación aprenderás mucho más de ellas y seguro que te conviertes en un experto de las mismas.

Primer paso: seleccionar tu planta

La variedad de plantas aromáticas es extensa y cada vez toman más una importancia mayor en nuestro día a día, se estima que existen más de 20.000 especies vegetales que contienen compuestos químicos aromáticos.

De estas, aproximadamente entre 200 y 250 especies se comercializan activamente por sus propiedades medicinales, culinarias o industriales pero a continuación os voy a mostrar las más conocidas y más "caseras":

  • Albahaca: Ideal para salsas y ensaladas y prefiere climas cálidos y no tolera bien el frío.
  • Hierbabuena: Perfecta para infusiones y cócteles, resistente y de rápido crecimiento.
  • Perejil: Versátil en la cocina, crece bien en semisombra.
  • Romero: Aromatiza carnes y guisos y requiere mucha luz y suelos bien drenados.
  • Tomillo: Aporta sabor a diversas recetas y es resistente a condiciones adversas.

Elección de macetas adecuadas

La elección del recipiente es crucial para el desarrollo de las plantas. Considera lo siguiente:

Tamaño: Para hierbas anuales como la albahaca, una maceta de 10-15 cm de profundidad es suficiente. Las perennes, como el romero, requieren macetas más grandes, de al menos 3 litros de capacidad.

Material: Las macetas de terracota son ideales por su porosidad, permitiendo una buena aireación de las raíces. Sin embargo, también puedes optar por macetas de plástico o cerámica, siempre que tengan orificios de drenaje.

Drenaje: Asegúrate de que las macetas tengan agujeros en la base para evitar el encharcamiento, que puede provocar enfermedades radiculares.

Ubicación y luz

La mayoría de las plantas aromáticas necesitan al menos 4-6 horas de luz solar directa al día por eso, es recomendable colocar las macetas en balcones, terrazas o cerca de ventanas con buena iluminación.

Si no cuentas con suficiente luz natural, puedes optar por luces de cultivo LED, que imitan la luz solar y favorecen el crecimiento de las plantas.

Riego adecuado y siembra

El riego varía según la especie, pero en general, las plantas aromáticas prefieren un suelo ligeramente húmedo sin encharcamiento.

• Albahaca: Requiere riegos frecuentes, especialmente en verano por lo que mantén la tierra húmeda, pero sin excesos.

• Hierbabuena: Prefiere un sustrato húmedo, por lo que necesita riegos constantes, especialmente en climas cálidos.

• Romero y tomillo: Son más resistentes a la sequía, por lo que deben regarse solo cuando el sustrato esté seco al tacto.

Para evitar problemas, riega siempre en la base de la planta y evita mojar las hojas, ya que esto puede favorecer la aparición de hongos.

¿Cómo cultivarlas?

Las plantas aromáticas pueden cultivarse a partir de semillas, esquejes o plantones comprados en viveros.

• Semillas: Es un método más lento, pero permite mayor variedad de especies. Siémbralas en primavera y mantenlas en un ambiente cálido hasta que germinen.

• Esquejes: Algunas plantas como la hierbabuena y el romero pueden propagarse cortando un tallo y colocándolo en agua hasta que desarrolle raíces. Luego, trasplántalo a una maceta con sustrato.

• Plantones: Comprar plantones en viveros es la forma más rápida y sencilla de empezar un huerto aromático en casa.