5 plantas de interior con flores todo el año

Con las condiciones adecuadas de luz, riego y fertilización, estas plantas te regalarán un espectáculo floral sin interrupciones. Descubre cuáles son las mejores para lucir resplandecientes en tu casa.

Plantas de interior
Tener flores en casa es llenar de vida tu hogar. Las plantas de interior no solo decoran, sino que también purifican el aire y crean un ambiente acogedor durante todo el año.

Tener plantas en el interior de nuestras casas es algo muy habitual, además de porque purifican el aire y embellecen los espacios, porque aportan una sensación de calma y bienestar. Sin embargo, no todas las plantas ofrecen el mismo espectáculo visual durante todo el año.

Precisamente para los que buscan un toque de color permanente en sus hogares, existen especies que florecen en cualquier estación, sin importar el clima exterior. Hoy vamos a analizar cuáles son.

La violeta africana, una joya floral de interior

Empezamos nuestro repaso por una de las plantas más apreciadas por los amantes de las flores de interior: la violeta africana, que como bien dice su nombre, es originaria de Tanzania y otras regiones del este de África.

Se caracteriza por sus delicadas flores en tonos morados, rosas, blancos o azules, que pueden aparecer de manera continua si se le brindan los cuidados adecuados.

Para su correcto mantenimiento, esta planta requiere un lugar luminoso pero sin exposición directa al sol, riego moderado con agua tibia y un ambiente húmedo. Es importante evitar que sus hojas se mojen para prevenir manchas y hongos, y toma nota: responderá muy bien si se fertiliza con un abono específico para violetas cada dos semanas.

El Anthurium, exotismo y color en una sola planta

Conocido popularmente como anturio o flor de flamenco, esta planta tropical proviene de América Central y del Sur. Sus brillantes flores, en tonos rojos, rosados o blancos, no son verdaderos pétalos, sino brácteas que rodean su inflorescencia en forma de espádice.

En cuanto a sus cuidados, necesita una buena iluminación sin sol directo, humedad alta y riego frecuente pero sin llegar a encharcarla. Se recomienda limpiar sus hojas con un paño húmedo para eliminar el polvo y facilitar así su respiración. También agradece la aplicación de fertilizante líquido cada tres semanas.

Begonia semperflorens, resistencia y color todo el año

La begonia de floración continua es una opción excelente para quienes buscan una planta resistente y vistosa. Originaria de Brasil, esta especie produce flores en tonos blancos, rosados y rojos, y es capaz de florecer sin descanso en condiciones adecuadas.

Begonia semperflorens
Detalle de esta planta, muy resistente y de fácil cuidado, que aporta color continuo a tu hogar. Sus flores en tonos blancos, rosados o rojos, contrastan con su follaje verde o rojizo.

SI quieres mantenerla perfecta, colócala en algún lugar con luz indirecta y riegos moderados, asegurando que el sustrato no permanezca seco por mucho tiempo. Ten en cuenta que, aunque tolera temperaturas templadas, es sensible al frío extremo. Para prolongar su floración, es recomendable podar las flores marchitas con regularidad.

Kalanchoe, una suculenta de floración inagotable

De origen africano, el kalanchoe es una suculenta con flores vibrantes en tonos rojos, naranjas, rosas o amarillos que pueden durar meses. Es ideal para quienes buscan una planta fácil de cuidar con una floración duradera.

En cuanto a sus cuidados, necesita abundante luz sin sol directo y riego moderado, lo cual permite que el sustrato se seque entre riegos. Un fertilizante para plantas suculentas aplicado cada mes favorecerá su crecimiento y floración.

Orquídea Phalaenopsis, elegancia exótica para el hogar

Finalizamos nuestro repaso con la conocida como la “orquídea mariposa”, una elegante planta proviene de Asia y se ha convertido en una de las favoritas en decoración de interiores. Sus flores, que pueden ser blancas, rosas, púrpuras o amarillas, se mantienen abiertas durante meses y, con los cuidados adecuados, pueden florecer varias veces al año.

Eso sí, esta planta necesita mucha luz, pero sin exposición directa al sol. El riego debe ser moderado, preferiblemente sumergiendo sus raíces en agua durante unos minutos y luego dejando escurrir el exceso. La humedad ambiental es clave para su bienestar, así como un abono específico para orquídeas aplicado cada dos semanas.