Todo lo que debes saber para proteger tus ojos del sol

En la piscina o en la playa el sol incide directamente en nuestra piel y en nuestros ojos. Estos últimos se llevan la palma del glamour, con gafas “round” o de pasta y, a poder ser, con lentes polarizadas. Pero, ¿basta con ir a la moda?

Gafas
Las gafas de sol son un complemento de moda, pero sobre todo de salud.

Estamos en las fechas vacacionales por excelencia y éstas conllevan, casi por decreto, pasar muchas horas chapoteando y bajo el sol. La atmósfera nos protege de la mayor parte de la radiación nociva pero siempre hay rayos ultravioletas, algo díscolos, que llegan hasta la superficie terrestre causando quemaduras en la piel y complicaciones oculares en la retina y la córnea. 

Cada hora que se dedica a estar expuesto al sol en verano incrementa en un 4% la posibilidad de desarrollar alteraciones en la estructura del cristalino, ¡es serio! El Departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía de la Universidad de Alicante (UA) ha salido al paso de las malas praxis. Aquí están sus recomendaciones.

Usa gafas de sol homologadas

Según los expertos de la UA, el uso de gafas homologadas desde las 10 hasta las 16 horas puede recudir la mencionada probabilidad en alrededor de un 2%. La radiación ultravioleta es la más enérgica y, por tanto, la que puede provocar más daño en el ojo. “Produce un efecto acumulativo que podría desencadenar en algún caso en problemas en los fotorreceptores, mala visión de forma progresiva, degeneraciones maculares, o la aparición de un pterigión, tejido que invade la córnea, conocido coloquialmente como la palmera”, advierte David Piñero, investigador de la UA.

La elección de la gafa de sol, además de la forma, el color o la estética, debe de estar supeditada a la aparición del sello de la Comunidad Europea (CE), que indica su admisión en la normativa europea.

Filtros de protección
La categoría 0 es idónea para interiores y exteriores en días de cielo cubierto. La 1 se puede utilizar en zonas urbanas con luminosidad breve. Las categorías 2 y 3 son las “todoterreno” para el día; las primeras más válidas para la primavera y las segundas para el verano. La cuarta, y última, es recomendable para la alta montaña, el esquí o los deportes acuáticos.

La normativa europea sobre gafas de sol clasifica los filtros de protección en cinco categorías, que van del 0 al 4. Para conducir, por ejemplo, es correcto el uso de una protección de categoría 1, 2 o 3. La 4 puede dificultar la percepción de las señales de tráfico. “En el caso de que practiquemos deportes de agua o en alta montaña, donde existe una reflexión de la luz solar considerable, sería adecuado utilizar la protección 4”, afirma Piñero.

Protege a los pequeños de la casa

Los niños son muy sensibles a la radiación ultravioleta, ya que el cristalino resulta muy transparente hasta la adolescencia. Para ellos es recomendable el uso de filtros de categorías 2 y 3, especialmente esta última, y de lentes y varillas resistentes. Las personas mayores requieren de las mismas lentes, por desgaste.

El color no importa

David Piñero aduce que “el color de los cristales no es un factor crucial en la elección de la gafa de sol, lo principal es comprobar el grado de filtración y su marcado CE para comprobar que es un producto homologado”. El experto cita un estudio reciente en el que se concluye que elección del color es arbitraria para el ojo. Esta decisión sí que llega a afectar al proceso de supresión de melatonina. Los filtros amarillos y marrones pueden provocar un aumento en la secreción de esta sustancia, que regula el impulso sexual, el crecimiento y el estado de ánimo.