Tipos de nieve: ¿sabes diferenciarlos?
Tras el temporal llega la calma y tras las nevadas de esta última semana ahora toca poder disfrutar de la nieve caída. Te contamos qué tipos de nieve existen y cuál es mejor.
¿Mito o realidad? Popularmente se dice que los esquimales tienen hasta cincuenta formas diferentes de llamar a la nieve. ¡Unos tanto y otros tan poco! Algunos estudios han demostrado que las personas que habitan en las regiones más cálidas del mundo utilizan la misma palabra para denominar al hielo y a la nieve.
Aquí, en nuestro país, estamos de enhorabuena esta semana ya que hemos acumulado grandes espesores de nieve, especialmente en Pirineos. Las estaciones de esquí están ahora en su punto álgido tras un comienzo del invierno con pocas precipitaciones en forma sólida, y seguro que los amantes del esquí y del snow sabrán sacarle buen provecho a la nieve polvo.
La nieve no siempre es igual una vez que ha caído. Su estado y por consiguiente su calidad para la práctica de deportes de invierno depende principalmente de la meteorología. Variables como la humedad o la temperatura influyen en su estado. Y tú, ¿sabes qué tipos de nieve existen y cómo diferenciarlas?
Nieve polvo
Este tipo de nieve es la que nos deja una intensa nevada recién caída. Es nieve seca, sin contenido de agua en su interior. Esa que hace que se nos hundan los pies al caminar por ella. Es fina, como el azúcar glass y, sin duda, la favorita de los esquiadores ya que les permite deslizarse sobre ella con rapidez. Aún así, no es la más habitual en las estaciones de esquí. Se suele encontrar, más bien, en las cotas altas donde las temperaturas son más bajas y la nieve no está tan pisada. Aunque es la de mayor calidad, hay que tener cuidado con ella ya que cuando caen más de 30 centímetros puede dar lugar a aludes.
Nieve polvo-dura
Las máquinas pisapistas pasan varias veces al día sobre ella para compactarla y dejar así una base sólida, aunque su textura sigue siendo polvo. También es perfecta para los esquiadores.
Nieve dura
Como su propio nombre indica es una nieve dura y una de las menos atractivas para los amantes de los deportes de invierno. No es nieve reciente, todo lo contrario. Se genera por la cantidad de agua que contiene debido a la subida de las temperaturas durante el día y la posterior congelación durante la noche. ¡Ojo! porque si eres novato esta nieve no te favorecerá, ya que facilita el deslizamiento haciéndola muy rápida. Además, la caída será más dolorosa.
Nieve húmeda
Esta nieve tampoco es de las preferidas por los esquiadores. Aunque todos los tipos de nieve tienen algo de humedad, esta es la que presenta mayor cantidad. De hecho, tiene agua líquida. Suele aparecer a mediodía con la subida de las temperaturas o también con la presencia de lluvia. Cuanto mayor es la cantidad de agua, más se apelmaza. Se le denomina también nieve sopa y puede llegar a ser muy complicado esquiar.
Nieve primavera
Este tipo de nieve se va modificando a lo largo del día. Es propia de la primavera, como su nombre indica y, por tanto, propia de la recta final de la temporada. Sus características no son las mejores. A primera hora de la mañana es granulosa o dura y a medida que sube la temperatura en el tramo central del día, la capa más superficial se funde por lo que es más recomendable esquiar al comienzo del día.
Nieve artificial
El nombre no le hace justicia, de hecho, lo correcto es decir que es nieve producida de forma artificial y no nieve artificial. Es la generada en las estaciones de esquí con los cañones situados en las cotas más bajas y es igual de real que la que cae del cielo. La tecnología de la que disponen permite que se pongan en marcha de forma automática y pueden generar nieve más o menos húmeda para aumentar la capa de nieve ya existente, incluso cuando la temperatura supera los cero grados.