Supercélula: definición y características básicas

La Supercélula, es un tipo de tormenta espectacular, casi monstruosa, que se da sólo en ocasiones contadas, ya que necesita que coincidan algunas condiciones ambientales muy concretas para formarse.

Supercélula
Espectacular estructura de supercélula donde se observan los 'girones' propios de estos núcleos tormentosos.

La definición básica de Supercélula (SP) es la siguiente: “tormenta convectiva que posee un profundo y persistente mesociclón”, (Doswell and Burgués, 1993). Por profundo, se entiende que la circulación que cumpla los criterios objetivos de mesociclón de Donaldson se extienda, sin interrupciones en la vertical, como mínimo sobre un 1/3 de la corriente ascendente, y por persistente que al menos genere señal en el radar durante dos barridos consecutivos (de 15 a 20’). Este tipo de tormenta suele alcanzar dimensiones excepcionales tanto en la vertical (15-20 Km. de altura) como en la horizontal (Longitud semieje mayor de 50-200 Km.) y su persistencia media oscila entre 2 y 3 horas.

Hay dos particularidades fundamentales que las diferencian claramente de todas las demás estructuras convectivas. La primera es que se caracterizan por poseer una intensa corriente ascendente (“updraft”) en continua rotación. Esta corriente, llamada Mesociclón (o Mesoanticiclón) se halla localizada fundamentalmente en niveles medios y tiene un diámetro medio de 5 a 8 Km.

Este hecho les hace mantener un ciclo de vida inusualmente largo comparado con otras tormentas no supercelulares posibilitando que sean muy eficientes a la hora de generar precipitación e intensos tornados. El sentido de giro de la corriente ascendente de una SP puede ser ciclónico (Mesociclón) o anticiclónico (Mesoanticiclón) lo que nos lleva a considerar Supercélulas ciclónicas (“Rigth Moving Supercell”) o Supercélulas anticiclónicas (“Left Moving Supercell”).

Las SP son las estructuras convectivas con mayor grado de organización y eficiencia a la hora de generar tiempo severo.

La segunda particularidad importante, es que se caracterizan por propagarse de forma anómala, desviándose significativamente, y a veces de forma totalmente perpendicular, respecto al flujo medio del viento o respecto al movimiento observado del resto de las tormentas convencionales con las que convivan. Estrictamente, decimos que se desvían a la derecha (Supercélulas ciclónicas) o a la izquierda (Supercélulas anticiclónicas) del vector medio cizalladura vertical del viento.

Las SP son las estructuras convectivas con mayor grado de organización y eficiencia a la hora de generar tiempo severo, entendiendo por esto cualquiera de los siguientes efectos en superficie: granizo mayor de 2 cm. de diámetro, y/o rachas de viento superiores a 98 Km./h, y/o inundaciones relámpago, y/o tornados, todo ello en cualquier momento de su ciclo de vida (e.g., Burgess and Lemon 1991). Las SP producen casi siempre (90%) tiempo extremo o severo, y sólo en un 20%-30% de los casos van acompañadas de tornado (Burgess and Lemon, 1990). Los tornados más intensos (F4-F5) son producidos siempre por una Supercélula (Moller et al. 1994), al igual que las piedras de granizo de mayor tamaño (5-15 cm. De diámetro).

Impresionante Supercélula con tornado incluido en el estado de Texas (Estados Unidos). Fuente: James Smart.

Por último, hay que destacar que para la formación de convección son necesarios ingredientes, que pasaremos a desglosar a continuación.

Los de forzamiento: constituyen el mecanismo de disparo, son los que facilitan a una parcela de aire ascendente alcanzar el nivel de convección libre (NCL), sin una buena fuente de elevación, una parcela con una inestabilidad condicional tendrá problemas para convección.

Los de flotabilidad: tratan de determinar cómo serán los movimientos verticales del aire, es decir la fuerza de las corrientes ascendentes convectivas que se puedan formar, pero también la fuerza de las corrientes de aire descendentes o la energía que necesita una parcela para llegar al NCL.

Los relacionados con la cizalladura: su aumento en la gran mayoría de ocasiones implica una mayor longevidad y organización de las tormentas convectivas, así como un aumento en la virulencia de los fenómenos asociados al tiempo severo. Algunos determinan la existencia de corrientes ascendentes rotatorias que pudieran dar lugar a supercélulas y tornados.