La riada de 1973 en el sureste, ¿récord mundial?
El 19 de octubre de 1973 el cielo se abrió sobre el sureste peninsular, con diluvios históricos que provocaron grandes daños en la zona más seca de la Península. Una riada con datos de récord, que nadie de la zona olvida casi 45 años después.
Estamos sin duda alguna ante uno de los mayores episodios de lluvias torrenciales que han afectado a nuestro país, curiosamente también es uno de los más desconocidos, probablemente por la gran repercusión mediática levantada por las diferentes riadas de la década de los ochenta que sacudieron al litoral mediterráneo. Hablamos del episodio del 19 de octubre de 1973 en el sureste peninsular (en las mismas fechas que la archiconocida Pantanada de Tous, esta última 9 años después).
Coincidieron todos los ingredientes necesarios que favorecen la génesis de precipitaciones de alta intensidad horaria en el litoral del sureste: cuña anticiclónica con disposición zonal sobre Centroeuropa, inyectando vientos de largo recorrido marítimo, húmedos y cálidos sobre el litoral mediterráneo y una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) sobre el Golfo de Cádiz, a lo que se sumaba un desarrollo ciclogenético en Argelia.
La disposición zonal de los valles del Levante almeriense, prelitoral de la Costa Tropical y de la cabecera del Guadalentín posibilitaron que los núcleos nubosos penetraran desde el mar hacia los valles y las cabeceras, donde se produjeron las precipitaciones más intensas. Destaca por encima de todos el dato de Zurgena (Almería), donde se recogieron unos 420 l/m2 entre las 13:00 y las 14:00 horas, un dato que fue dado como válido por personal Instituto Nacional de Meteorología (INM), aunque hay algunos informes que hablan que la precipitación acumulada en ese lapso de tiempo fue de aproximadamente de 600 l/m2.
El acumulado oficial de Zurgena fue de 600 mm, duplicando en un día su pluviometría medial anual (730 si se suma la precipitación del día anterior). Probablemente, se trata del récord europeo en lo que respecta a precipitación acumulada en una hora, y probablemente en el top mundial, ya que a nivel global se suele considerar los 401 l/m2 que se registraton en una hora en Shangai durante el 3 de julio de 1975.
Otro dato muy significativo fue el acumulado de Albuñol, en Granada, donde se acumularon unos 600 l/m2 en unas 6 o 7 horas. En otros puntos de Almería, suroeste de Murcia y en la Costa Tropical se superaron los 200 l/m2 en muy poco tiempo. Las riadas asociadas a estos diluvios fueron catastróficas, y en las zonas más afectadas llegó en forma de ola de 5 metros de agua y fango, que se llevó todo lo que encontraba a su camino.
El caudal del modesto río-rambla Almanzora llegó a tener puntas de hasta más de 5000 m3/s (aproximadamente el caudal medio del Danubio), mientras que la rambla de Nogalte llegó a tener un caudal punta de 3000 m3/s, cantidades desorbitadas teniendo en cuenta que estamos hablando de ríos-rambla o ramblas.
Las consecuencias fueron dantescas. Algunos pueblos fueron borrados del mapa, otros tuvieron que derribar las murallas para que el agua y el fango pudieran salir de los núcleos urbanos. Más de 500 personas murieron arrastradas por el agua en el sureste, unas 100 en Puerto Lumbreras, donde el mercadillo se instalaba en la rambla de Nogalte. Estas situaciones nos tienen que hacer reflexionar, ya que episodios de esta magnitud se repiten de vez en cuando en esta zona, y se siguen ocupando las ramblas con campos de cultivo, urbanizaciones...Hasta que llegue de nuevo otro gran diluvio a la zona más árida de la Península, que también es la de mayor torrencialidad del continente europeo. Y es que el sureste peninsular es el mejor ejemplo de región climática extrema.