Las “otras cosas” que detectan los radares meteorológicos

Los radares meteorológicos de alta sensibilidad en modo normal o doppler pueden detectar cosas curiosas que están en el aire o en tierra, y que nada tienen que ver con la precipitación. ¿Qué es lo que captan?

Ecos falsos
Ecos anómalos vistos por los radares de la Met Office.


De todos es conocido que los radares meteorológicos están ideados para detectar zonas de precipitación (sólida y líquida): estructuras del campo de viento (en su radial) en modo doppler. Si el haz del radar intersecta a un obstáculo -choca- o se curva más que la superficie de la Tierra, entonces aparecen los ecos de tierra y de propagación anómala.

Los radares son sensores remotos activos que emiten un haz de energía muy concentrado. Al chocar con estructuras precipitantes parte de la mencionada energía es devuelta al radar, que permanece a la escucha de esos "rebotes" para así determinar la estructura y distancia de los ecos.

Ciertos radares meteorológicos operativos y muy sensibles pueden detectar otras cosas, como veremos en un ejemplo reciente. Si el blanco es una bandada de pájaros, un enjambre de murciélagos o incluso polen, el radar puede detectar estos sistemas y tratarlos como ecos de precipitación y presentarlos como tales, ¡sin saber realmente qué son!

¿Por qué unas veces se ven y otras no?

La Met Office tuiteó el 18 de julio de 2017 una imagen de radar donde se apreciaban ecos en una zona casi sin nubes y sin precipitación. En el tuit se preguntaba a los lectores qué podrían ser esas señales singulares. Las respuestas de los lectores fueron variadas: nubes de polen, pájaros, murciélagos, insectos, etc. La respuesta final de la Met Office fue que eran señales generadas por bandadas de hormigas voladoras. Todo depende de varios factores:

- Del radar: ubicación y su altura, modo de explorar, sensibilidad, resolución espacial, etc.

- De las condiciones ambientales: temperatura o humedad, viento, y sus distribución en la vertical y horizontal. Estas condiciones hacen que el haz del radar pueda intersectar zonas sobrevoladas por bandadas u objetos que en otras condiciones no se verían.

- Del tamaño y características del blanco iluminado por el radar: a mayor tamaño, mayor energía devuelta por dicho blanco. Elementos pequeños en altas concentraciones y ocupando un volumen notorio pueden ser detectados por el radar.

Otros elementos vivos (bandadas) y artificiales detectados por los radares meteorológicos pueden ser:

- Bandadas de pájaros: gansos, gruyas, etc.
- Aglomeraciones de insectos: mariposas, moscas o mosquitos.
- Grandes grupos de murciélagos.
- Granjas de aerogeneradores de viento.
- Nubes de Polen.
- Detritus de satélites que han estallado en la atmósfera. 

Por ejemplo los radares de la red de AEMET, que disponen de capacidad doppler pero sus imágenes no son públicas, pueden detectar zonas de  ecos “raros” ligados a los efectos de aerogeneradores de viento, nubes de polen e incluso, en muy determinadas ocasiones, bandadas grandes de pájaros e insectos.