Se acerca un frente, ¡y la naturaleza te ha estado avisando!
Se acerca un frente y la naturaleza nos está avisando desde hace horas: arreboles al amanecer y aves que vuelan bajo o que se espulgan. ¿Has visto esos signos de cambio de tiempo?
Como vimos en el anterior artículo, el rocío y/o la escarcha de madrugada, junto con un aumento de las estelas de condensación en el cielo y la aparición de halos, son signos inequívocos de un inminente cambio de tiempo. ¿La naturaleza que nos rodea tiene otras señales para pronosticar los cambios del tiempo atmosférico?
Al amanecer arreboles, al anochecer goterones
La Real Academia Española (RAE) nos define arrebol como “color rojo, especialmente el de las nubes iluminadas por los rayos del sol o el del rostro”. Utilizaré la primera parte de la definición para explicar este indicio de cambio de tiempo. Cuando un frente nuboso se acerca lo primero que vemos de él son las nubes altas, en especial los cirros, que según sea un frente cálido o frío, las podremos ver incluso a 1.000 km antes en el primer caso y a menor distancia en el segundo.
Por tanto, para un observador situado en el interior peninsular, si al amanecer, es decir al este, ve estos arreboles o cirros rojizos, querrá decir que las primeras nubes del frente ya le han sobrepasado unos 300 kilómetros, por tanto son una señal clara que el frente se está aproximando y que puede encontrarse a unos 500 km de nosotros o incluso algo menos.
Si tenemos en cuenta que la velocidad media de un frente nuboso está comprendida entre unos 30 a 40 km/h, según sea cálido o frío, podemos calcular que nos quedan, aproximadamente, unas 12 a 15 horas para que nos afecte plenamente. La confirmación de su aproximación nos la daría la evolución del tipo de nube, si los cirros dan paso a cirroestratos y estos a los altoestratos está claro que las precipitaciones se acercan.
Esta explicación también es válida si los arreboles los vemos al atardecer, es decir, por el oeste, que es por donde se acercan las perturbaciones habitualmente. Es este caso el tiempo para que nos afecte la nubosidad frontal sería un poco mayor, ya que aún las primeras nubes no han llegado. Otro refrán nos los corrobora, “arreboles al anochecer, charquitos al amanecer”.
Si los pájaros vuelan a poca altura, nube segura
Este refrán viene aparejado con el más famoso de “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío
del carajo; cuando el grajo sube, no se ve ni una nube”. La explicación en ambos casos es la misma. Las aves se alimentan en su mayor parte de insectos, por tanto, un aumento de la humedad, bien por el frío o bien por el acercamiento de un frente nuboso, hará que a los insectos les cueste más elevarse y por tanto se encuentren a mucha menor altura, lo que provocará que las aves también tengan que volar más bajo.
Aumento de la limpieza en los animales
Otro signo que nos puede indicar la proximidad de un inminente cambio en el tiempo es el acicalado en los animales que comprende las actividades de limpieza, por las cuales cuidan las partes exteriores de su cuerpo.
Uno de estos cuidados es preparar, bien el pelaje o bien las plumas, para su función de aislamiento térmico o impermeabilización del agua, por lo que si observamos un aumento en el lavado de los gatos o de los pájaros, será otro signo de la proximidad de la lluvia: “lavatorios de gato, arañas gandulas, hormigas que almacenan, o aves que se espulgan, tenlas por muy ciertas señales de lluvia”.