Nombrando borrascas en Europa: el lío está servido
Ana, Bruno, Carmen, y ahora Eleanor pero, ¿no era el turno de David o Emma? El lío de los nombres de borrascas ha saltado en las redes sociales y en los medios de comunicación especializados.
Este invierno se van a nombrar las borrascas que puedan causar tiempo adverso en España y zonas marítimas de su responsabilidad por parte de AEMET (coordinadamente con unidades nacionales de otros dos países), pero al no existir una normativa clara y homogénea en toda Europa y por los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN), la confusión ha saltado a las redes sociales. ¿Por qué?
Ya han sido nombradas por AEMET (coordinadamente con Météo-France e IMPA, Portugal) las borrascas llamadas Ana y Bruno. Después apareció Carmen, que afectó de lleno a Francia el 1 de enero de 2018. Se suponía que después de Carmen debería seguirle David en la lista consensuada, pero surgió en los medios la borrasca llamada Eleanor que afectó a las Islas Británicas. Por otra parte, la Universidad de Berlín ponía otro nombre diferente a esta misma borrasca. Lío total. Tarde o temprano iba a ocurrir.
¿Quién nombra a las borrascas europeas?
Históricamente es el Departamento de Meteorología de la Universidad de Berlín el que, para financiar estudios de meteorología, apadrina por donaciones a borrascas y anticiclones desde hace tiempo en cualquier época del año e independientemente del grado de intensidad. Y esto es, ya de por si, un gran problema (ver más detalles). El servicio meteorológico alemán, DWD, ha utilizado dichos nombres como referencia.
Entre tanto, algunos grupos de asociaciones de aficionados a la meteorología, servicios meteorológicos regionales, informadores del tiempo y periodistas europeos han dado nombres a borrascas potencialmente destructivas sin unos criterios claros y unificados. Posteriormente, y muy recientemente, un grupo de SMHNs han llegado a un acuerdo en las zonas norte, oeste y suroeste de Europa para poner nombres diferentes a las borrascas. Esto se verá más adelante.
¿Tienen valor oficial estos nombres de la Universidad de Berlín?
En principio no, si se considera “oficial” los nombres dados por algún SMHN con criterios meteorológicos y lista de nombres dadas de antemano. Los SMHN de Europa no escriben los nombres de dichas borrascas y anticiclones en sus mapas de superficie analizados y previstos, salvo alguno como el DWD alemán.
¿Qué SMHN europeos nombran actualmente a las borrascas invernales?
Actualmente hay 3 grupos de SMHN en Europa que nombran a las borrascas adversas en sus zonas de responsabilidad, siempre y cuando cumplan unos criterios meteorológicos:
- Met Office del Reino Unido y el Irish Met Service, Met Eireann (Irlanda).
- Servicio Danés de Met (DMI), el Servicio Hidrometeorológico de Suecia (SMHI) y Met Norway.
- Météo France, AEMET (España) e IPMA (Portugal).
Sus listas de nombres son independientes y consensuadas por cada grupo, con criterios diferentes, y sólo para el periodo invernal. Quedan sin nombrar las borrascas en el Mediterráneo, donde el SMN de Italia será el futuro coordinador con otros SMHN.
¿Habrá un criterio único en Europa para nombrar a borrascas?
Sí, pero tardará en ponerse en marcha bajo el paraguas del proyecto EMMA/Meteoalarm. Los planes se pueden ver en la RAM. Mientras tanto, y a falta de un tratamiento de este tema más profundo, riguroso, coordinado, etc., el lío está servido.
La Universidad de Berlín dará sus nombres a las borrascas en cualquier época del año. Los tres grupos de SMNH europeos tendrán sus listas preparadas para cada invierno, independientemente unas de otras, pero respetando una coordinación de forma que, si por ejemplo Met Office y Met Eireann llamó Eleanor a una borrasca que les afectó directamente, otros SMHN deberían respetar dicho nombre si les afectara. Mientras, en las otras listas de otros SMHN no existiría ni correría con este nombre.
Aún así las cosas no están muy claras y los problemas con los nombres de borrascas europeas invernales persistirán para el gran público, los medios de comunicación, aficionados y para algunos profesionales del tiempo. Algo no se está haciendo bien en este tema, o al menos las cosas no están claras. Muchas dudas persisten en estos momentos, incluso en aquellos que piensan que nombrar a las borrascas no es muy apropiado.