Noche clara y sosegada, habrá escarcha o rociada
La escarcha es el depósito de cristales de hielo sobre las superficies, se forma en situaciones anticiclónicas y nos puede avisar de la posible llegada de un cambio del tiempo atmosférico.
Esta semana en muchas ciudades hemos visto al amanecer los coches y los parques con un manto blanco, se trata de las primeras escarchas importantes en la zona llana del interior peninsular. Un meteoro típico de las fechas que corren.
Si usamos la definición que da la Organización Meteorológica Mundial (OMM), un meteoro es “un fenómeno observado en la atmósfera o en la superficie terrestre. Puede consistir en una suspensión, precipitación o depósito de partículas líquidas (acuosas o no) o sólidas; o fenómenos de naturaleza óptica o eléctrica”. Se les clasifica en cinco grupos teniendo en cuenta la naturaleza de sus partículas constitutivas o los procesos físicos que intervienen en su formación:
- Hidrometeoros: Relacionados con el agua en sus distintos estados, la lluvia.
- Litometeoros: Intervienen fundamentalmente las partículas sólidas, por ejemplo la calima.
- Eolometeoros: Relacionados con el viento, el temido tornado.
- Electrometeoros: Relacionados con la electricidad, la clásica tormenta.
- Fotometeoros: La luz es su principal característica, el llamativo arco iris.
Los hidrometeoros
El grupo de los hidrometeoros es el que más elementos tiene. Para simplificar aún más su clasificación los dividimos en:
- Debidos a la modificación del vapor de agua en suspensión en la atmósfera: niebla y neblina.
- Depositados sobre objetos en la superficie terrestre: rocío, rocío blanco, escarcha, helada y cencellada.
- Levantados del suelo por la acción del viento: roción y ventisca de nieve.
- Caen libremente en el seno de la atmósfera: virga.
- Caen y llegan hasta la superficie de la tierra: llovizna, lluvia, nieve, granizo, chubasco o aguacero, nieve granulada, aguanieve, cinarra, prismas de hielo y llovizna o lluvia helada.
Escarcha, hidrometeoro invernal
Y ya refiriéndome a la escarcha, se trata en este caso del depósito de cristales de hielo sobre las superficies. Físicamente este meteoro se produce cuando un objeto en la superficie terrestre se enfría por debajo de la temperatura de condensación de la capa de aire cercana a él, que por tanto no puede contener tanto vapor de agua y se produce la deposición o sublimación inversa de este gas sobre dicho objeto.
Para su formación son necesarias tres condiciones, temperatura cercana o inferior a los 0 ºC; humedad relativa superior al 60% para que haya suficiente vapor de agua en la atmósfera y poco viento. A las que añadiría poca nubosidad o si la hubiere que no fuesen nubes bajas. Este refrán nos lo resume a la perfección: “Noche clara y sosegada, habrá escarcha o rociada”.
Con estas condiciones veremos este hidrometeoro principalmente durante el invierno y momentos fríos de otoño y primavera, nunca en verano. Y se observa principalmente al amanecer, después de noches despejadas, siendo más frecuente en los lugares bajos y llanos que en las zonas montañosas.
Escarcha, en la predicción del tiempo
Como hemos visto en el artículo de “Según el saber popular, ¿qué tiempo hará en noviembre?”, debería existir una alternancia de tiempo estable con otro inestable y, como las condiciones idóneas para la formación de este hidrometeoro son claramente anticiclónicas, lo podemos utilizar como un aviso de posibles cambios de tiempo. Esto lo tenemos recogido en el saber popular con los siguientes refranes: “Blanca helada, mensajera es del agua” y “A las tres escarchas la lluvia no falta".