Moderneces ecosostenibles: CoolSeal
¿Estarías dispuesto a conducir por una carretera casi blanca con tal de pasar menos calor en verano? En California ya lo están probando.
El cambio climático nos está obligando a repensar nuestra forma de vida. La etiqueta “ecosostenible” nos es cada vez menos ajena. Hoy quiero trasladaros hasta el mundo vial, en el que los progresos por mejorar nuestra huella ecológica se están disparando y resultan de lo más sorprendentes, interesantes y refrescantes. En ese sentido Holanda se convirtió, hace unos años, en la gran abanderada de esta nueva revolución al crear, por ejemplo, carreteras en las que el asfalto fue sustituído por plástico reciclado –más duradero, de menor mantenimiento y con menor huella de carbono- o carriles bici solares capaces de generar hasta 3000 kw/h de energía.
Hoy, sin embargo, quiero hablaros de una nueva innovación en este campo algo más controvertida pero no por ello menos singular: la utilización de un nuevo material llamado CoolSeal como revestimiento asfáltico.
Un pavimento creado específicamente para el espionaje
California tiene como objetivo reducir su temperatura media en 1º Celsius durante los próximos 20 años –difícil considerando que el cambio climático no hace más que aumentarla – y es por ello que han decidido experimentar con el Coolseal, un material de alta reflectividad solar y que, por tanto, evita que se acumulen grandes cantidades de calor. Su capacidad para aliviar el efecto “isla de calor” ha sido probado por primera vez en 2015 en un aparcamiento del Valle de San Fernando – una de las zonas más cálidas de Los Ángeles - consiguiendo en verano temperaturas 3º Celsius más bajas que las medias. En la actualidad han decidido instalar el Coolseal en 15 distritos más de la ciudad para posteriormente analizar resultados y decidir futuras actuaciones.
El origen del Coolseal reside en otro material obtenido para revestir las pistas de aterrizaje de aviones espía estadounidenses de tal forma que éstas no pudiesen ser detectadas por cámaras infrarrojas cuyas imágenes se forman por acumulación de energía térmica. Tras aplicar Coolseal el resultado es una carretera gris clarita, prácticamente blanca, que, en el fondo trata de reproducir una idea tan sencilla y manida como la de sustituir algo oscuro por algo más claro y por lo tanto, más refrigerante.
¿Te atreverías a conducir por una carretera casi blanca?
La idea es buena pero tiene sus desventajas. La primera es el precio, ya que es un material caro de 40000 dólares cada 1,6 km. La segunda es su elevado mantenimiento; podemos hacernos una idea simplemente pensando en las marcas de neumáticos que rápidamente podrían marcarse. Además, no parece extrapolable a climas continentales en donde puede nevar en invierno y una carretera casi blanca no resultaría lo más indicado. Y finalmente porque, no sé si es solo un prejuicio, pero pienso que es más complicado conducir por una carretera casi blanca, en la que tienes una cierta sensación de irrealidad y de que tu coche flota, lo que creo que dispararía mis niveles de estrés. ¿Vosotros estarías dispuesto a conducir por una de ellas?
Por donde sí que me encantaría conducir es por esta otra maravilla: carreteras cuyo asfalto genera música. Por supuesto solo los japoneses podrían haber creado algo así.