Los 'veranillos' españoles
Los 'veranillos' son episodios atmosféricos de carácter anual en los cuales, en el hemisferio norte, durante alguno de los últimos días de verano y los primeros de otoño, las temperaturas ascienden por encima de los valores anteriores para luego recuperar la progresión de bajada típica del otoño.
Con la llegada del otoño son muchas las personas que tienen miedo a los descensos de temperatura. De nuevo vuelta al trabajo, la rutina y el crudo invierno. Por lo general, el termómetro comienza a bajar cuando llega el mes de septiembre y arranca la estación de otoño. Sin embargo, en la semana cercana al 29 de septiembre, día de San Miguel, las temperaturas vuelven a subir como si retornara el verano.
Durante este veranillo se alcanzan temperaturas superiores a los 30 grados en España. Es como si el verano volviera para despedirse hasta el año siguiente. El nombre de este pequeño lapso se debe a la celebración del día de San Miguel, el 29 de septiembre.
En algunos lugares, se le conoce como veranillo del Membrillo (se debe a que en estas fechas es cuando se recoge el membrillo) o veranillo de los Arcángeles. Y es que se trata de un periodo de tiempo con temperaturas muy agradables que nos hace más amena la entrada del frío. Existen algunos días de este tiempo que rozan las condiciones ambientales que teníamos en el verano. Sin embargo, días después vuelve a dejarse notar el otoño con sus brisas más frescas.
Pero el veranillo de San Miguel no nos visita todos los años, lo hace principalmente en aquellos en los que tenemos una borrasca sobre el Atlántico y un anticiclón en el interior de Europa. Dado que los vientos alrededor de una borrasca giran en sentido contrario a las agujas del reloj, y alrededor de un anticiclón lo hacen en sentido horario, la Península en ese escenario queda inmersa en vientos del sur que hacen subir las temperaturas.
Por otra parte, se habla del "veranillo de San Martín" a mediados de noviembre, que se caracteriza por un agradable clima otoñal sin lluvia y temperaturas agradables, antes de que comience el frío y húmedo invierno. En algunas zonas españolas no se nota demasiado pero, siempre atendiendo a la tradición, a mediados de noviembre en todas se habla del pequeño verano de Sint Maarten.
El nombre se debe a San Martín, celebrado el 11 de noviembre, cuando normalmente se miden temperaturas más altas que el resto del mes. Este período de temperaturas más altas dura solo unos pocos días, después del cual generalmente, suele regresar el frío de nuevo. En los Estados Unidos, el "veranillo de San Martín" tiene un nombre diferente y se llama "verano indio". En España también hay un dicho "De San Martín a Santa Isabel, veranillo es".