Las tormentas por dentro
Este verano de 2018 está siendo bastante tormentoso en muchos puntos de nuestra geografía, pero ¿qué sucede en el interior de los cumulonimbos para producir una tormenta? Te lo contamos.
En el artículo anterior hablamos de la parte más visible y audible de una tormenta, los rayos y los truenos, sabemos que provienen de nubes cumuliformes, de gran desarrollo vertical y con fuertes corrientes ascendentes.
Fases de una tormenta
Estas grandes nubes tienen el siguiente ciclo de desarrollo:
- Fase de cúmulo, caracterizada por la existencia de una corriente vertical ascendente en la mayor parte de la nube, es el período de crecimiento. En su interior hay gotas de lluvia de distintos tamaños, e incluso, según la época del año, copos de nieve en su parte más alta. Dura de 10 a 15 minutos.
- Fase de madurez, existen a la vez corrientes de aire ascendentes que siguen formando la nube, la cuál llega a alcanzar su máxima altura, y corrientes descendentes que provocan la llegada de aire fresco al suelo y la precipitación, ocasionando a veces los reventones o los frentes de rachas. Las gotas de lluvia alcanzan su tamaño máximo y en la cima, además de los copos de nieve, aparece el granizo. Al final de este período y al inicio del siguiente, es cuando la nube es más activa. Subsiste entre 15 y 30 minutos.
- Fase de disipación, la corriente descendente corta el flujo de aire cálido ascendente y la nube se debilita, a su vez el aire que baja es cada vez más débil; pero podemos considerar, como decía anteriormente, que en el inicio de este período es el momento más virulento, ya que en el interior de la nube, el granizo se ha desarrollado mucho y puede empezar a caer. Continúa la precipitación, pero poco a poco se va haciendo cada vez más débil. Dura alrededor de 30 minutos.
Los efectos de las tormentas pueden ser terribles, debido tanto a la precipitación caída, como a las consecuencias que conllevan los rayos cuando alcanzan el suelo. Los lugares de máximo riesgo son aquellos en que hay algo que sobresale en relación a los objetos de su alrededor.
Qué hacer en caso de tormenta
Los siguientes consejos nos pueden ayudar a evitar desgracias personales cuando nos encontramos con una tormenta:
- Nunca refugiarse debajo de un árbol, una roca, una choza o elementos prominentes aislados y además mantenernos a una distancia del triple de la altura que puedan tener o el árbol o la construcción. Un bosque es menos peligroso, en este caso cobijarse debajo de los árboles de menor altura.
- Nunca echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada.
- Deshacerse de todo material metálico, walkie-talkies y móviles y depositarlos a más de 30 metros de distancia.
- Alejarse de terrenos abiertos y despejados, como praderas, cultivos y campos de golf. En estas zonas una persona sobresale bastante del terreno y puede convertirse en un pararrayos.
- No refugiarse en la boca de una cueva, el rayo puede echar chispas a través de estas aberturas. Solo ofrecen seguridad las cuevas profundas y anchas, mínimo un metro a cada lado.
- La posición de seguridad más recomendada es de cuclillas, lo más agachado posible, con las manos en las rodillas, tocando el suelo sólo con el calzado. No debemos echarnos en horizontal sobre el suelo.
- El mejor sitio para refugiarse a la intemperie durante una tormenta es un vehículo cerrado. Dentro debemos apagar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanillas y las entradas de aire. Debe evitarse tocar las partes metálicas del vehículo, incluso al salir de un vehículo que ha recibido una descarga. En caso de ir conduciendo y verse sorprendido por una tormenta conviene disminuir la velocidad y no detenerse en zonas por donde pueda discurrir gran cantidad de agua.
- Si nos encontramos en una casa de campo cerrar puertas y ventanas, alejarse de la chimenea y no hacer fuego. No asomarse a una ventana.
- En caso de hallarnos en un piso o vivienda, hay que desconectar los aparatos eléctricos y las tomas de antena de televisión. Conviene permanecer alejados de las tuberías del agua y del gas. Dejar las luces encendidas, sin embargo, no aumenta el riesgo.
- Hay que postponer el uso del agua corriente hasta que la tormenta haya pasado porque a través del agua existe también riesgo de electrocución. Una buena manera de aislarse es sentarse en una silla que no sea de metal apoyando los pies en la mesa u otra silla que tampoco sean metálicas. Lo mejor es tumbarse en una cama o litera, más aún si son de madera.