La primera gran ola de frío del siglo XXI

La primera Gran Ola de Frío del siglo XXI se produjo a finales del año 2001. Sin ser tan severa como las del XX logró hacer mella. Se caracterizó, en general, por presentar unas temperaturas máximas no muy bajas, pero temperaturas mínimas extremas.

Imagen de satélite de España del 24 de diciembre de 2001, en la que se ve el notable manto de nieve sobre el cuadrante noreste peninsular. Fuente: https://www.eumetsat.int

Entre los días 11 y 13 empezaron a descender las temperaturas, alcanzándose mínimas negativas en casi todo el centro de la Península Ibérica (entre -5ºC y -10ºC). El día 14 apareció un frente retrógrado Polar Continental por la tarde, centrado en el sur de Francia, que se adentró en la Península. Sus efectos se notaron de inmediato en el tercio nororiental.

En Cataluña, la más afectada por esta situación, las fuertes nevadas provocaron el fallecimiento de seis personas, cinco de ellas en un accidente y la sexta, al volcar una máquina quitanieves. En Barcelona capital una avería en la red de alta tensión provocó un apagón general durante 45 minutos. Los problemas en el tendido eléctrico dejaron importantes retrasos en trenes y metros de la ciudad condal. Además, se cortaron numerosas carreteras y en Gerona varias escuelas tuvieron que ser evacuadas.

Entre los días 15 y 28 de Diciembre, el aire frío en capas medias y altas continuó rodeando toda la Península Ibérica provocando multitud de situaciones complicadas en muchas comunidades de nuestro país. En Cataluña el hielo provocó retenciones en un sinfín de carreteras. Los trenes siguieron con retrasos y la electricidad todavía no había vuelto a más de mil hogares. En Aragón también hubo vías cortadas y en la Comunidad Valenciana la nieve cayó por tercer día consecutivo, incluida la ciudad de Valencia, donde no nevaba desde hacía 20 años. 

Imagen del radar de precipitación en Cataluña durante las primeras horas de la tarde del día 14 de Diciembre de 2001. Fuente: http://www.meteo.cat

En toda la península se contabilizaron 70 fallecidos y una de las causas que se apuntan para muchos de ellos es la presencia de placas de hielo en las carreteras, provocadas por las bajas temperaturas. Más anecdótico, pero igualmente relevante, es el hecho de que el río Pisuerga, a su paso por Valladolid, se congeló en una buena parte de la superficie de sus aguas.

En los días 28 y 29 la circulación zonal volvió imponerse, llegando a su fin la primera gran ola de frío del siglo XXI, que dejó interesantes registros durante su evolución. Todavía se registraron temperaturas frías el 28, del orden de -6ºC en las mínimas (-9ºC en Salamanca), aunque el día 29 ya fueron positivas. Las máximas siguieron en ascenso, superando los 10ºC.