La emoción de cazar una supercélula
Encontrarse con una estructura supercelular es todo un evento para el cazador de tormentas,
la particular belleza de su estructura y el peligro de los fenómenos meteorológicos que conlleva implican asombro y emoción a partes iguales.
Una supercélula es un tipo de tormenta especial, que destaca de entre el resto de tormentas por organizar sus corrientes ascendentes y descendentes de manera que no interfieren entre ellas mismas, lo que implica una mayor capacidad para la célula tormentosa para desencadenar fenómenos adversos como granizo grande, precipitaciones torrenciales o rachas de viento huracanado.
Aunque nos pueda sorprender, este tipo de tormentas es el que en Estados Unidos desencadena los destructores tornados que suponen la más poderosa manifestación de la naturaleza en la atmósfera en cuanto a velocidad de viento. Y pese a que pueda parecer increíble, en nuestro país no es tan raro encontrarse este tipo de estructuras, tal y como nuestros compañeros en el foro de Tiempo.com están descubriendo y publicaron por aquí en sendos artículos Miguel Cívica y Yago Martín.
El pasado 6 de junio el equipo de @StormChasersSP tuvimos la suerte de contemplar el esplendor y declive de una supercélula confirmada en las proximidades de Sagunto (València). Como la gran mayoría de ellas en nuestro país su estructura de mesociclón no desarrolló un tornado en su base, de hecho no se llegó a apreciar indicio de rotación en la zona baja de la nube.
Sucedió mientras nos desplazábamos hacia el sur desde Castellón. Después de una caza infructuosa en la zona de Nules, nos dirigíamos en esa dirección para poder tomar videos a cámara superlenta de una tormenta que estaba desarrollándose en las estribaciones más orientales de la Sierra Calderona. Así, casi de improviso al girar en una curva nos topamos con la peculiar estructura del mesociclón: una gran nube muy oscura con apariencia cilíndrica y en cuya base, más baja que lo que cabría esperar, se podía observar como jirones de nube. La adrenalina corría a raudales mientras la carretera nos dirigía hacia ella.
Nada más rebasar por debajo dicha estructura y mientras la tormenta se alejaba poco a poco paramos en el lugar con mejores vistas que pudimos encontrar más rápidamente. El premio fue, además de cazar un rayo nube-tierra con la cámara superlenta, que también pudimos tomar algunas imágenes y vídeos para documentar un nuevo evento supercelular en España.