Evolución temporal de las olas de frío en nuestro país
¿El calentamiento global está pasando factura a las olas de frío? Analizamos con algunas gráficas la evolución, tanto en intensidad como en frecuencia, que han tenido los fenómenos de invasiones frías sobre nuestro país en las últimas décadas.
En primer lugar, nos referiremos al número de episodios de Ola de frío, los días que totalizan y la duración del episodio más largo durante los inviernos de los últimos 40 años. Destaca el ‘invierno 1980-1981’ que totaliza 31 días con Ola de frío repartidos en 4 episodios y el ‘invierno 1975-1976’ con 22 días en 4 episodios. La ‘Ola de frío’ más larga, con 17 días de duración, se registró en el ‘invierno 2001-2002’, concretamente entre los días 13 y 29 de diciembre; las siguientes en duración, con 14 días, se produjeron durante los inviernos 1980-1981 y 1984-1985.
También se aprecia cómo son varios los inviernos en que no se registra ninguna ‘Ola de frío’, como ha ocurrido hace relativamente poco tiempo. Tanto el invierno 2012-2013 como el 2013-2014 transcurrieron sin que se registrara ninguna ‘Ola de frío’. Si en el invierno 2014-2015 tampoco se hubiese registrado una ‘Ola de frío’, hubiera sido la primera vez, en las últimas décadas, con tres inviernos consecutivos sin ‘Ola de frío’. No fue el caso, pues tuvimos una entrada fría durante la primera quincena del mes de Febrero de 2015.
Por otra parte, también podemos diferenciar las distintas entradas frías según el número máximo de provincias afectadas en días con ‘Ola de frío’. Destacan especialmente los inviernos 1984-1985, con 45 provincias afectadas los días 14 y 15 de enero, y el de 1982-1983, con 44 provincias el 13 de Febrero. La tercera ola en este sentido corresponde al invierno 2011-2012 que alcanzó a 39 provincias el 12 de febrero de 2012.
En conclusión, se podría decir que durante las últimas décadas no se encuentra ningún cambio sustancial en lo referente a la frecuencia e intensidad de los fenómenos de “Olas de Frío” que han afectado a la Península Ibérica. Solamente se observa que durante la década de los 80 y la primera del siglo XXI fueron algo más frecuentes que en los 90 y en lo que llevamos de la década actual, por lo que ello nos da a entender una total irregularidad en la aparición de dichos fenómenos y, por tanto, no deja establecer una tendencia clara de cara al futuro.