¿Conoces a Bóreas? Va a estar contigo un par de días
Durante hoy y mañana la llegada de una masa de aire muy fría del norte va a provocar un descenso acusado de las temperaturas, ¿por qué sucede algo así? ¿Y quién es Bóreas?
Una masa de aire es un enorme cuerpo atmosférico en cuyo seno las condiciones de temperatura y humedad son aproximadamente las mismas en todos los puntos situados en dirección horizontal. Adopta las características de la zona sobre la que se forma y cuando comienza su movimiento es modificada ligeramente por las superficies por donde se traslada.
Durante los últimos 10 días el anticiclón nos ha mantenido bajo su control, formando una masa de aire con las siguientes características: estable, relativamente fría y con el paso de los días cada vez más seca.
Como las noches son muy largas el aire en contacto con el suelo se enfría mucho y tiene poco tiempo para calentarse durante el día, aunque las máximas sean superiores a lo normal para estas fechas, en cuanto el Sol empieza a declinar también lo hacen los valores térmicos rápidamente, sin tiempo suficiente para calentar el suelo y éste al aire.
Otra característica de esta situación de estabilidad atmosférica es la inversión de temperatura, que hace que haga más frío en las partes bajas que en las altas, por lo que dificulta los normales movimientos verticales del aire y la dispersión de los contaminantes.
Llega Bóreas, dios del frío viento del norte
En mi anterior artículo expuse que la situación sinóptica podía evolucionar hacia la colocación ideal de los centros de presión para que llegara sobre nosotros la primera invasión verdaderamente fría del invierno.
¿Qué hace que Bóreas llegue hasta nosotros? Con el potente anticiclón situado verticalmente (de norte a sur o latitudinalmente) al oeste de Irlanda, una borrasca descolgándose por el interior del continente europeo y con una baja relativa que llega al norte de Italia, ¡zas! el aire frío del norte tiene la autopista directa abierta hacia la Península Ibérica, principalmente hacia el Cantábrico oriental, Pirineos, nordeste peninsular e islas Baleares.
Frío, pocas precipitaciones y sensación térmica heladora
Esta masa fría, más bien continental, por tanto seca, que nos va a acompañar los próximos días, no va a paliar la escasez de precipitaciones de las últimas semanas. Se esperan nevadas débiles por encima de los 300 metros de altitud en el Cantábrico oriental y cara norte de los Pirineos, y también se producirán algunas precipitaciones, en forma de nieve por encima de los 300 a 500 metros, en el litoral del sudeste peninsular y en Baleares.
Lo que sí hará Bóreas es descender las temperaturas, en especial los valores mínimos y sobre todo en el nordeste de la Península. Esperándose heladas generalizadas en buena parte del interior peninsular, incluso llegando al litoral mediterráneo. Los valores nocturnos descenderán por debajo de -5 ºC en ambas mesetas, e incluso localmente por debajo de -10 ºC en torno a los sistemas montañosos y en el “triángulo del hielo” español. El momento más gélido será la próxima madrugada, cuando ya la masa fría esté completamente asentada sobre nosotros, con el cielo totalmente despejado y el viento más encalmado.
Y después de Bóreas, ¿qué?
Continúo haciendo hincapié en que esta situación de bloqueo, cada vez más persistente, solo la puede romper una potente depresión atlántica, pero cuanto más se prolongue en el tiempo mayor deberá ser y más difícil lo va a tener por la inercia atmosférica que seguirá fortaleciéndose.
Si la predicción “refranística” acertase, estamos aproximándonos a los días del cambio, recordemos que podría empezar por San Antón, día 17 y confirmarse un par de jornadas después con San Canuto. Pero si el anticiclón no quisiese ceder, aún podría la estabilidad y el frío matutino aguantar unos días más: “Por Santa Inés, días 21, sabañones en los pies”.
La evolución posterior ni el refranero la tiene clara, ya que si las altas presiones, como parece van a hacer, se colocan de forma zonal u horizontalmente y descienden hacia nosotros, provocarían más estabilidad y que las máximas aún fuesen más elevadas: “Por San Vicente, día 22, el invierno pierde un diente” o si se mantuviese, más o menos, donde está, seguiría enviando masas de aire frías del norte, "Por Santa Elvira, día 25, el invierno se acaba o un mes tira”.
Quizás ya a finales de mes se presente otra posibilidad de ruptura del anticiclón, “San Valero, día 29, ventolero”; y en el peor de los casos vendría el mes siguiente en nuestro auxilio, ya que “Febrero le lleva la contraria a enero”.