El tornado, el eolometeoro más violento
Otro temido eolometeoro, que en términos de violencia concentrada y destructiva es la mayor tempestad atmosférica, es el tornado. Capaz de reventar edificios y provocar, incluso, lluvia de ranas.
Este fenómeno consiste en una masa de aire inestable, girando furiosamente y elevándose rápidamente alrededor del centro de un área de baja presión atmosférica. Se le ve como un torbellino largo y estrecho, a modo de una "chimenea", que va desde una nube de tormenta hasta el suelo o muy cerca de él.
Aunque se pueden producir en muchas áreas geográficas, son típicos en Norteamérica, en especial en la zona denominada “callejón de los tornados” en el área de las grandes llanuras. Otra región muy propicia para la formación de estas tempestades es el denominado “pasillo de los tornados”, que afecta a zonas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En todos los casos, la época más propicia para su aparición es el comienzo del verano de cada hemisferio.
En términos de violencia concentrada, ninguna otra tempestad atmosférica tiene comparación con un tornado, por lo que basándonos en la mitología griega, podríamos considerar a este destructivo eolometeoro como hijo de Tifón, cuyo nombre nos debería sonar del artículo de los ciclones tropicales. Generalmente tienen un diámetro inferior a un kilómetro aunque muchas veces apenas llegan a los 100 metros. No suelen estar acompañados de abundantes precipitaciones, pero sí de fortísimos vientos, con velocidades que pueden superar los 350 kilómetros a la hora.
Edificios reventados y lluvia de ranas
Sin embargo, no es el viento la única fuerza destructora del tornado. La presión en el centro de la tormenta es extremadamente baja, de modo que cuando el tornado pasa por un punto determinado hay una repentina caída de la presión. Cuando esto sucede sobre un edificio, el resultado es que la presión dentro de él de repente es mucho mayor que la exterior; el edificio "explota" en el sentido literal de la palabra.
Además, existen violentas corrientes de aire ascendente, que pueden superar los 200 kilómetros a la hora y que son suficientemente fuertes como para levantar el ganado y a las personas, transportándolos a grandes distancias. No es de extrañar que en algunas zonas donde estas tempestades son frecuentes se produzca la "lluvia de ranas", fenómeno que sucede cuando el tornado pasa por algún estanque absorbe el agua y todo lo que se encuentre en él, transportándolo hasta la nube y posteriormente con la precipitación vuelve al suelo.
Cuando el tornado se origina en el mar en vez de en tierra firme, se le denomina tromba marina. Son más pequeñas que los tornados y llevan consigo grandes precipitaciones. Son típicas de los mares cálidos.
Escala Fujita
Existen varias escalas diferentes para clasificar la fuerza de los tornados, en la actualidad la más utilizada es la escala Fujita mejorda o EF y que se basa en los daños causados por estos eolometeoros. Por ejemplo, un tornado EF0 (con una velocidad del viento entre 105 y 137 km/h) causa daño en los árboles pero no en las estructuras; llegando en el caso de un EF5 (con velocidad del viento superior a los 322 km/h) a poder arrancar edificios de sus cimientos y producir deformaciones estructurales significativas en rascacielos. El primer EF5 evaluado se produjo en mayo de 2007 en el estado norteamericano de Kansas.
Recomendaciones en caso de un tornado
Finalmente indico una serie de precauciones en caso de estar cerca de un tornado, que nos pueden ayudar a mitigar los daños o las desgracias que pueden causar:
- Buscaremos un refugio cubierto, preferentemente sótanos o, de no contar con sitios subterráneos, en una habitación o pasillo interiores y siempre de la planta más baja de un edificio sólido.
- Nos alejaremos de las ventanas que ofrecen menor resistencia al viento que las paredes.
- Si la anticipación de la alarma nos lo permitió y en la casa existen vidrios sin persianas, adheriremos sobre ellos papeles con una buena cantidad de pegamento o cinta adhesiva, que impida, si los vidrios estallan, que se diseminen sus trozos y nos hieran.
- Elegiremos para guarecernos, cuartos interiores, en especial, pequeños baños o guardarropas. Si puedes, colócate debajo de una mesa estable y tápate la cabeza y el cuello con tus brazos, con un abrigo o con una almohada, hay que evitar que los deshechos que vuelan puedan darnos.
- Para evitar las diferencias de presión, podemos dejar abiertas algunas ventanas de la casa que den al lado opuesto del tornado.
- Alejarnos de árboles, postes de luz o estructuras de chapas.
- No nos refugiaremos en construcciones amplias, como gimnasios o salas de espectáculos, ya que sus techos, de gran superficie, ofrecen poca resistencia al tornado.
- Tampoco buscaremos protección dentro de los automóviles, ya que pueden ser movidos por la fuerza del viento.