Reducción de visibilidad: cosas que no sabes

Durante los últimos días de la ola de calor de agosto de 2018 en muchos puntos del centro peninsular la calima y la sequedad ambiental provocó un descenso de la visibilidad, pero ¿qué ocurre cuando la humedad es muy alta?

Calima en el observatorio de la base aérea de Getafe, Madrid, 6-08-18. Autor: Fernando Llorente Martínez.

El aire turbio con el que se convivió en muchos puntos del interior peninsular durante los primeros días de esta semana, formó un velo continuo sobre el paisaje, cuyos colores aparecían sin brillo y el horizonte estaba borroso. Esta situación era debida a la calima, que alcanza su mayor intensidad en los días calurosos y secos, ya que el sol la refuerza.

Niebla de irradiación y de advección

Pero cuando nos encontramos en un ambiente muy húmedo, con una humedad relativa próxima al 100% y la visibilidad es inferior a un kilómetro en Meteorología lo llamamos niebla, pero no todas se forman igual, veamos a continuación qué tipos hay.

La niebla de irradia­ción se produce en las masas de aire que permanecen mucho tiempo sobre un mismo lugar y que pierden calor por irradiación nocturna. Gracias a la formación de una inversión térmica junto al suelo, los núcleos de condensa­ción y el vapor de agua quedan en la zona de rápido enfriamiento cerca de la superficie terrestre, produciendo la niebla.

Es típica de anticiclones continentales fríos de invierno y se da durante las noches despejadas y con alta humedad relativa. Es de pequeño espesor, aunque si existe un poco de viento para formar algo de turbulencia, la capa de niebla puede alcanzar incluso los 200 metros de altura y dificulta mucho la visibilidad horizontal, pero no tanto la vertical.

Se forma de abajo hacia arriba y nunca se da sobre superficies líquidas porque pierden mucho menos calor que la tierra. No es muy persistente, dura entre 1 y 3 horas después de la salida del sol, el cuál provoca su evaporación y por tanto su disipación.

La niebla de advección se produce por enfriamiento de una masa de aire caliente y húmeda al pasar por una superficie muy fría, por lo que es necesario la existencia de un ligero viento. Se puede formar tanto de día como de noche, suele ser muy persistente, manteniéndose mientras dure la penetración del aire cálido y húmedo, y tiene gran espesor, que puede llegar hasta los 500 metros de altura.

Niebla de advección intentando ocultar a la Torre de Hércules, La Coruña. Autor: Fernando Llorente Martínez.

Se produce sobre los mares, relativamente cerca de la orilla y en verano, cuando el aire cálido de los continentes sopla sobre las aguas que tienen menor temperatura o en alta mar, en cualquier época del año, cuando una masa de aire caliente y húmeda se encuentra o cruza una corriente de agua fría, son las llamadas nieblas marinas. También se forman sobre los continentes en el invierno, cuando éstos están más fríos que el aire que sopla procedente del mar.

Niebla de ríos y lagos

Se forma cuando una masa fría de aire se mueve sobre agua que está más caliente que ella, produciéndose la evaporación desde la superficie del líquido, el vapor se eleva y al encontrarse con el aire frío de arriba se satura, formándose la condensación con la apariencia de "humo" saliendo de la superficie del agua.

Se suelen producir en otoño y comienzos del invierno, cuando las superficies de los ríos y lagos están aún más calientes que el aire sobre ellos; no se producen en verano por la pequeña diferencia de temperaturas. Son muy superficiales, su espesor apenas llega a los 200 metros, aunque son muy espesas y dificultan mucho la visión.