¿Cómo sobrevivir a una tormenta severa al aire libre?
En verano es común salir al aire libre a pasar el tiempo de ocio. Así, por sorpresa, podemos llegar a enfrentarnos a una de las mayores fuerzas de la naturaleza: las tormentas eléctricas. Veamos cómo reaccionar y enfrentarnos a la situación para que el susto no pase a mayores.
Estamos acostumbrados a vivir las inclemencias meteorológicas desde la seguridad de nuestras casas, donde se pierde por completo la perspectiva de la magnitud de los fenómenos naturales que están produciéndose sobre nuestras cabezas: granizo, fuertes vientos, lluvia torrencial y el riesgo de caída de rayos sobre nuestra cabeza. Además, con las aplicaciones del móvil pensamos que sin necesidad de mayores consultas podemos sacar en menos de un minuto la predicción meteorológica para nuestra jornada lúdica. No obstante, menospreciar el riesgo meteorológico a la hora de salir a hacer excursiones es una de las primeras causas de llevarnos un susto en medio de una jornada de asueto.
Más vale prevenir que curar y aunque sea verano siempre hay que consultar a fondo el parte meteorológico. Una vez salimos de ruta nunca podremos dejar de tener un ojo en el cielo, más a partir de mediodía y si se trata de alguna zona típica de tormentas como la Ibérica Turolense o los Pirineos o si en el parte se apuntaba alguna pequeña probabilidad de tormenta y hemos decidido salir igualmente. Muchas veces personas a las que les sorprende la tormenta relatan que la tempestad les alcanzó sin ningún tipo de preaviso, pero en la gran mayoría de los casos ocurre que simplemente no estuvieron atentos a los signos que ofrecía la atmósfera.
Hay que estar atentos a los sonidos del entorno, cualquier trueno por leve que se pueda percibir puede ser señal de que el riesgo está bien patente, puesto que la tormenta se encuentra a no más de alrededor de los 30km de distancia. En ese momento lo más recomendable es centrarse en el cielo y buscar la nube que ha generado el trueno y evaluar los riesgos: mirar el movimiento de la nube o la cortina de precipitación asociada a la misma si la hubiere, tomando como referencia algún objeto fijo que destaque en esa dirección en el paisaje.
En caso de que aumente inusualmente la oscuridad en el cielo o, se escuche tronar más fuertemente, lo último que se debe hacer es perder la calma si consideramos que en ese momento ya no podemos llegar a refugio de algún coche o construcción, hay que dar media vuelta y buscar el lugar más seguro posible.
¿Que hacer una vez nos ha alcanzado la tormenta?
Durante una tormenta está totalmente desaconsejado correr, también situarse bajo de un árbol o cerca de objetos metálicos o puntiagudos. El mayor riesgo para nuestra integridad física son los rayos, pero también lo es el granizo. Si estamos en zona de alta montaña, trataremos de alejarnos de la zona de mayor propensión de caída de rayos: la cima, buscando zonas de ladera en la que haya árboles cerca pero nunca encima.
En esta zona nos fijaremos en la dirección en la que sopla el viento y trataremos de guarecernos del mismo en cualquier pequeña roca que no destaque excesivamente en el terreno, y lo haremos no solo por no pasar frío por la lluvia y viento que pueda llevar la tormenta, que no es algo excesivamente preocupante en verano, sino por protegernos también del granizo y de posibles rastrojos que puedan ser movidos por el vendaval que en ocasiones conlleva la tormenta. El principal signo de tormenta severa, con peligro de granizo y fenómenos adversos, al que le debemos prestar especial atención es que la tormenta tenga tonalidades verdosas o azul turquesa, si te la encuentras al aire libre y sin refugio es perentorio seguir los consejos que aquí hemos dado.