Circumpolares: una fotografía espectacular al alcance de todos
Hacer fotografías astronómicas suele requerir un equipo grande y costoso, pero hay un tipo de fotografía que con una cámara sencilla y un trípode pequeño nos puede quedar de película.
Todos hemos soñado en hacer fotografías dignas de una portada del National Geographic. Muchas de esas estampas han utilizado potentes cámaras con grandes objetivos, pero nos sorprenderíamos si supiéramos que esa cámara réflex que guardamos en el armario y que nos regalaron en un cumpleaños es la misma que han utilizado los autores de algunas de las imágenes que componen la famosa revista.
Así como una buena máquina de escribir no redacta el mejor libro, sino los dedos del autor, una cámara profesional tampoco nos garantiza una fotografía de premio. Hay que saber utilizarla y tener buen ojo. Hoy veremos cómo con una cámara réflex básica podemos hacer una foto que nos dejará con la boca abierta: una imagen de larga exposición de las estrellas circumpolares.
Material necesario
Con una cámara réflex y un pequeño trípode es suficiente. Una cámara réflex es aquella en la que se pueden intercambiar los objetivos. Nos sirve cualquiera, desde una de 4.000 euros a la más básica de poco más de 200. Nos da igual. En este caso la calidad de la cámara no es lo importante, sino la técnica. Lo mismo pasa con el trípode. Si no hace viento, uno de pequeño servirá.
La técnica
Una vez sea de noche, tenemos que montar la cámara en el trípode y mirar hacia el norte. Levantaremos un poco la cámara hacia el cielo, pero siempre dejando una parte del suelo en la parte inferior del encuadre de la imagen.
Ahora buscaremos en las opciones de la cámara la posición "B", que significa "bulb". Esta posición nos permite hacer una fotografía de larga exposición mientras tengamos presionado el disparador. Algunas cámaras tienen la opción de pulsar una sola vez el disparador, y hasta que no se vuelve a pulsar, no se cierra el obturador.
La mejor opción siempre es un disparador con cable. Es aconsejable, también, dejar el diafragma de la cámara lo más abierto posible. Es decir, con un número bajo de "f" como por ejemplo f/2.8 o f/4. De esta manera entrará más luz a través del objetivo.
Dependiendo de la calidad del cielo nocturno que tengamos, la exposición de la fotografía podrá ser más larga o más corta. Los cielos con contaminación lumínica no suelen aguantar muchos minutos de exposición y suelen sobreexponer la estampa final. Ahora que tenemos cámaras digitales es fácil comprobar el resultado y repetir la toma. Con una exposición superior a los cinco minutos ya podremos ver el trazo de las estrellas.
Entendiendo las circumpolares
Se llaman circumpolares aquellas estrellas que están cerca de la estrella polar y que no se ocultan en el horizonte por la rotación de la Tierra. De todas maneras, en fotografía ya se ha extendido el uso de la nomenclatura estrellas circumpolares a todas las estrellas que más o menos están cerca de la polar, se oculten o no, y que dejan el trazo en este tipo de fotografías.
Enfocando la cámara hacia el cielo, tal y como hemos contado antes, estaremos mirando hacia el polo norte celeste. Es el punto imaginario del cielo por donde pasa el eje de rotación de la Tierra y alrededor del cual parece que todas las estrellas estén girando. La estrella polar coincide prácticamente con este punto del cielo. Claro está que no son las estrellas las que se mueven, sino la Tierra.
Cuestión de puntería
Puede que no seas un experto en astronomía y no encuentres la estrella polar con rapidez. Saber situar esta estrella en el cielo nocturno nos puede salvar la vida, ayudándonos a orientarnos en la oscuridad ya que nos indica dónde está el norte.
Conociendo dónde está la estrella polar podemos planificar una fotografía curiosa, dejando el centro de rotación de las estrellas en el espacio que queda entre unos árboles, en la punta del campanario de esa iglesia abandonada o bien dejarla justo en el centro de la fotografía.
Así que te invito a sacar esa cámara de la funda y empezar a descubrir este tipo de fotografías que siempre le levantan el ánimo a uno.