¿Te imaginas un mar Mediterráneo casi sin agua?
Hace entre 5 y 6 millones de años el mar Mediterráneo se sumergió en una época de actividad volcánica frenética sin causa aparente. Ahora un estudio soluciona la incógnita: el Mare Nostrum, rápidamente, se quedó casi sin agua.
Hace entre 5 y 6 millones de años se podía visitar Mallorca sin necesidad de barco o avión, como cantaban “Los Mismos” a finales de los sesenta. El problema es que en ese tiempo el paseo no hubiera sido del todo placentero, muy probablemente por la aridez del terreno y, sobre todo, por la actividad volcánica que por entonces batía el Mediterráneo.
Ya se sabía la explosividad que en aquel período, conocido como la Crisis de Salinidad del Messiniense, mostraban los volcanes de la cuenca. El magma brotaba por los conos con brío y la tierra temblaba con asiduidad. Sin embargo, se desconocían las causas. Ahora un estudio internacional publicado en la revista Nature Geoscience, con la participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha vinculado esta actividad con la desecación del Mediterráneo.
En el Messiniense el nivel del Mare Nostrum descendió mil metros por evaporación y este proceso dejó, como legado, una capa de más de 1 kilómetro de sal. Tal descenso redujo la presión del agua sobre la litosfera detonando, según la investigación, la actividad volcánica mediterránea.
El mar empezó a perder agua en cuanto dejó de tener contacto con el Atlántico. El levantamiento tectónico de las cordilleras bética, del sur de la Península Ibérica, y la rifeña, de Marruecos, borró al Estrecho del mapa. El Mediterráneo se convirtió en una gran salina.
Los sedimentos profundos del mar avalan la teoría. Estos albergan una capa de sal de hasta 2 kilómetros de grosor como consecuencia de los ciclos de evaporación del agua, concentración y precipitación masiva de este compuesto. Muchos de los yacimientos de hidrocarburos descubiertos en el Mediterráneo en las últimas décadas deben su formación, precisamente, a esta capa de sal.
“Según nuestros cálculos, un descenso del nivel del mar de alrededor de un kilómetro podría explicar ese pico de actividad volcánica como resultado de la descompresión inducida en la litosfera terrestre por la reducción extrema del peso del mar”, declara Daniel García-Castellanos, geofísico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera y co-autor del trabajo.
El CSIC apunta que estudios anteriores llevados a cabo en zonas donde se han fundido importantes masas de hielo, por deglaciación, ya sugieren la relación entre la descompresión y el aumento de la actividad volcánica. De este modo el magma acumulado en la corteza y el manto superior terrestre se hace más fluido y llega más fácil a la superficie.