¿Y si este Black Friday inviertes en una borrasca?
El Back Friday supone el pistoletazo de salida a las compras navideñas. Pero hay alternativas a los clásicos regalos. Regalar o adoptar un anticiclón o una borrasca es posible gracias a la Universidad Libre de Berlín.
Estamos familiarizados con el hecho de que huracanes, tifones o ciclones tengan nombre propio. Aunque la memoria meteorológica es muy corta, todos nos acordamos del Katrina, Mitch o Andrew, o de los más recientes, como Irma u Ophelia.
Al principio su nombre era escogido en función del santoral. Más tarde, se les comenzó a asignar nombre de mujer, de origen bíblico. A partir de 1978 se incluyeron también nombres de hombre, y fue finalmente en 1979, cuando la Organización Meteorológica Mundial y el Servicio Meteorológico de EE. UU. tomaron la decisión de alternar nombres de hombre y de mujer siguiendo el abecedario. Nombres que se alternan en listas que se repiten con una periodicidad de 6 años. La razón de nombrar este tipo de fenómenos radica en una mayor facilidad a la hora de seguir su evolución.
Un poco de historia
En 1954, Karla Wege, estudiante del Instituto de Meteorología de la Universidad Libre de Berlín, propuso nombrar también borrascas y anticiclones en la Europa Central. Se empezó entonces a nombrar a las borrascas con nombre de mujer y a los anticiclones con nombre de hombre. Se realizaron 10 listas de nombres femeninos y 10 masculinos que, multiplicadas por las 26 letras del alfabeto alemán, dieron como resultado 260 nombres de mujer y 260 de hombre. Un método que se utilizó hasta 1990 solo en los medios de comunicación en Berlín.
A partir de 1998 se empezó a plantear si era discriminatorio nombrar a las bajas presiones con nombre de mujer, asociadas habitualmente a “mal tiempo”, y a las altas con nombre de hombre, asociadas al “buen tiempo”. Se decidió utilizar nombres masculinos para las borrascas y femeninos para los anticiclones en años impares y viceversa en los años pares.
Adopta una borrasca
Desde marzo de 2002 el método empleado es otro. También se realiza una lista alfabética, pero con los nombres propuestos por los usuarios de “Aktion Wetterpate” (adopta un vórtice) cuyo objetivo es recaudar dineropara permitir la continuidad de las observaciones climáticas. Hasta la fecha, han participado en esta iniciativa más de 1.800 personas de 15 países europeos, pero también de Japón, EE.UU. o Brasil.
Una vez que nuestra borrasca o anticiclón haya desaparecido, nos enviarán un certificado de bautismo, una breve historia de su recorrido y varios mapas de superficie.El precio de una borrasca asciende a 199 euros y el de un anticiclón a 299 euros. La diferencia radica en su duración. Las borrascas son más efímeras que los anticiclones. Podemos hacer el pago a través de Ebay y utilizar nuestro nombre, el de un ser querido o una empresa, siempre y cuando lleve un nombre de pila. Incluso, si no se nos ocurre un nombre, sugieren webs destinadas a ayudar a padres y madres a decidir el nombre de su futuro bebé.