¿Por qué se nos ondula el pelo con la humedad?
Las personas que viven en zonas costeras están especialmente familiarizadas con este fenómeno. La humedad del mar, la lluvia o la niebla pueden arruinarnos el paso por la peluquería.
Para tratar de entender por qué nuestro pelo se encrespa o se ondula con la humedad, debemos conocer en primer lugar de qué está formado. El pelo contiene un 44% de carbono, un 30% de oxígeno, un 15% de nitrógeno, un 6% de hidrógeno y un 5 % de azufre. Estos elementos están dentro de los aminoácidos, que son la base de las proteínas. La proteína presente en nuestro pelo es la queratina (tan utilizada en tratamientos capilares para favorecer el alisado) cuyo aminoácido principal es la cisteína, con un alto contenido en azufre. Las proteínas son cadenas de aminoácidos que se ondulan debido a los enlaces químicos entre ellos, producidos por la atracción electromagnética entre las moléculas. Los principales enlaces son los de hidrógeno y los de azufre. Cuantos más enlaces haya, más rizado será nuestro pelo. Además, el pelo rizado puede llegar a absorver hasta un 40% más de humedad que el pelo liso.
Al estar en un ambiente húmedo, compuesto básicamente por hidrógeno y oxígeno, aparecerán más enlaces de hidrógeno, lo que provocará que nuestro pelo se vaya ondulando. Cuando utilizamos el secador o la plancha lo que estamos consiguiendo es eliminar la humedad y destruir los enlaces de hidrógeno. Evidentemente el que nazcamos con el pelo liso o rizado no viene determinado ni por la química ni por la meteorología, sino por la genética.
Técnicas de alisado
Afortunamente para aquellas personas que viven en un ambiente húmedo o dan mucha importancia a la estética de su pelo, existen técnicas para poner remedio al encrespamiento como la taninoplastia, la enzimoterapia, la queratina, el alisado japonés y alisado progresivo. Pero, ¿en qué se basan? Algunos de estos tratamientos se fundamentan en la química, destruyendo los enlaces, reorganizándolos y formando nuevos. Otros como la taninoplastia o la enzimoterapia, se venden como los más novedosos y naturales. Consisten en crear nuevas cadenas proteicas, reforzando el colágeno pero sin llegar a modificar la estructura interna del cabello.
El fraile del tiempo
Por extraño que parezca, uno de los instrumentos meteorológicos más conocidos y vendidos, está estrechamente relacionado con el cabello y la humedad. Se fabrica desde hace más de un siglo y aunque muchos piensan que se trata de un barómetro, es en realidad un higrómetro, por lo que mide la humedad y no la presión atmosférica. En su interior posee varios cabellos que se contraen y se tensan, variando su longitud en función del vapor de agua presente en el ambiente y los enlaces anteriormente comentados. Esas contracciones se transmiten a la capucha y a la varita del fraile señalando el tipo de tiempo atmosférico.
Antiguamente los cabellos empleados eran humanos, pero en la actualidad se usan cabellos sintéticos. De hecho, el tipo de cabello empleado importa. El de una mujer joven y rubia es más sensible a la humedad. Podemos fiarnos del fraile del tiempo o de un modelo meteorológico, pero mejor informarnos antes de salir de casa para que un chaparrón no nos pille desprevenidos.