Yin y Yang cósmicos: si hay agujeros negros, la teoría avala la existencia de agujeros blancos
Son frecuentes las noticias sobre nuevos descubrimientos de los agujeros negros, pero... ¿qué sabemos de los agujeros blancos? ¿Cómo serían en caso de existir?
El yin y el yang son dos conceptos provenientes del taoísmo, que son usados para representar o referirse a las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, pero interconectadas, que se encuentran en todas las cosas existentes en el universo.
Un concepto que bien puede aplicarse a los muy conocidos agujeros negros, y a los muchos menos nombrados agujeros blancos de los que trataremos en este artículo.
Los agujeros negros bien sabemos hoy en día que son objetos astronómicos que poseen una fuerza de gravedad tan grande que nada puede escapar de ellos, ni siquiera la luz. Son finitos y con un tamaño determinado. De ellos hay mucha evidencia y pruebas basadas en estudios sobre su comportamiento. Por su parte, los agujeros blancos, se cree serían la contraparte perfecta de los agujeros negros, de los cuales aún no se ha confirmado su existencia pero se cree deberían existir y funcionar expulsando toda la materia que llega a ellos.
Agujero blanco, el lugar de donde puedes salir pero al que nunca puedes regresar
"Un agujero negro es un lugar al que puedes entrar pero del que nunca puedes escapar", dice el físico Sean Carroll, del Instituto Tecnológico de California, en un artículo en el portal Nova recopilado por BBC Mundo. "Un agujero blanco es un lugar de donde puedes salir pero al que nunca puedes regresar".
Por ahora, los agujeros blancos sólo existen en los cálculos de los físicos y astrónomos, como alguna vez lo fueron los agujeros negros. "Los agujeros blancos son modelos teóricos que complementan a los agujeros negros", le explica a BBC Mundo el físico Edward Larrañaga, profesor del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia.
"Al realizar las operaciones matemáticas de las ecuaciones que planteó Einstein da como resultado un agujero blanco", explica Larrañaga, "pero todavía no conocemos ningún proceso físico que dé lugar a que se genere un agujero blanco".
Comprobar la existencia de un agujero blanco significaría comprobar fenómenos que por ahora nos parecen imposibles, como una gravedad negativa que haga que las cosas caigan hacia arriba, o que el tiempo se suspenda o corra a la inversa.
¿Qué características tendrían los agujeros blancos?
Según el portal Ecoosfera, las características principales que debieran presentar los agujeros blancos son:
- Serían más extraños que los agujeros negros, tendrían singularidades en sus centros y horizontes de eventos en sus fronteras.
- Serían objetos masivos y gravitantes.
- Cualquier material que entrara en un agujero blanco sería expulsado de inmediato a una velocidad mayor que la de la luz, lo que provocaría que el brillo blanco brillara ferozmente.
- Cualquier cosa en el exterior de un agujero blanco nunca podría entrar, porque tendría que viajar más rápido que la velocidad de la luz, para cruzar hacia adentro a través del horizonte de eventos
- La única forma de formar agujeros blancos sería tener algún proceso exótico operando en el universo primitivo que horneó la existencia de un agujero blanco en el tejido del espacio-tiempo mismo.
- Los agujeros blancos también serían fantásticamente inestables. Todavía gravitarían y atraerían material hacia ellos, pero nada podría cruzar los horizontes de sucesos.
¿En los agujeros negros estará la respuesta?
“La razón para sospechar que existen agujeros blancos es que podrían resolver un misterio: lo que sucede en el centro de un agujero negro”, escribió en el portal New Scientist el físico Marco Rovelli, del Centro de Física Teórica en Marsella, Francia.
Y es que, según los expertos, los agujeros blancos podrían ser un mismo agujero negro pero en el futuro, o ser una fuente de la llamada “energía oscura”, que es la que hace que el universo se expanda.