Ya han puesto fecha para la "resurrección" de los mamuts
La empresa de biotecnología garantiza que pronto podrá revertir el estado de extinción de especies como el dodo, el tigre de Tasmania y el mamut, habiendo fijado ya una fecha para el regreso de este último.
La reversión de la extinción de animales como el mamut, el dodo o el tigre de Tasmania es, para algunos científicos, una utopía, pero para otros es un sueño posible y cada vez más cercano.
La empresa biotecnológica Colossal ha garantizado que puede resucitar a estas tres especies. Incluso se atrevió a poner fecha a uno de ellos: en 2027 o 2028, dicen, los mamuts podrían volver a la tundra ártica.
El regreso de los mamuts
El mamut lanudo, además de ser una especie icónica, es una prioridad para los científicos que trabajan en los procesos de reversión de la extinción, por varias razones: existen restos muy bien conservados, gracias al permafrost del que se obtiene el material genético; hay especies cercanas que pueden desarrollar embriones viables, como el elefante africano, y además, los científicos aseguran que el regreso de los mamuts podría mejorar el ecosistema de la tundra ártica y ayudar a mitigar el cambio climático.
Colossal ha estado trabajando en este proceso de mamut lanudo desde 2021, con una herramienta de edición de genes llamada CRISPR. El ADN recuperado de los mamuts encontrados en el Ártico se complementó con material genético del elefante asiático, con el que comparte el 99,6% de su código genético.
Una vez que sea posible crear un embrión viable, la siguiente fase será introducirlo en el útero de un elefante africano para que se desarrolle: la elección de esta especie, en lugar del elefante asiático, se debe a que es más cercano a los mamuts, en relación al tamaño.
La propuesta de la compañía es que una cría de mamut vea la luz entre 2027 y 2028 por primera vez en casi 4.000 años, desde que estos animales se extinguieron. La última fase del plan consistirá en reintroducirlos en su hábitat: la tundra ártica.
El dodo y el tigre de Tasmania también pueden resurgir
La empresa trabaja simultáneamente para revertir la extinción de varias especies, con énfasis en dos también conocidas: el dodo, un ave no voladora endémica de la isla Mauricio, extinta desde el siglo XVII; y el tigre de Tasmania, un marsupial nativo de Australia, Nueva Guinea y Tasmania que se extinguió a principios del siglo XX.
No serán como los originales al 100%
A pesar de todas las promesas y las grandes inversiones, revertir la extinción es un sueño más complicado de lo que parece en el papel: un estudio reciente ha revelado que, si bien es posible devolver la vida a los animales extintos, nunca volverán a ser exactamente iguales a la especie original por dos razones.
La primera es que llenar huecos en el código genético con ADN de otra especie, por muy similar que sea, puede tener un impacto significativo en el animal resultante, ya que puede ocurrir que las partes que faltan contengan la clave para desarrollar características específicas del mismo.
El segundo problema está relacionado con la socialización: aunque el animal generado fuera genéticamente cercano a su pariente extinto, sus comportamientos y su relación con el ecosistema corresponderían a la especie adoptiva. Además, y al tratarse de un animal "híbrido", sería difícil predecir su comportamiento y viabilidad.