Unos biólogos declaran extinto el zarapito de pico fino: es la segunda especie de ave que desaparece en Europa
La extinción del zarapito de pico fino no es un hecho aislado, sino un síntoma de una crisis más amplia que amenaza la biodiversidad europea y que probablemente afecte también a las actividades humanas.

El zarapito de pico fino (Numenius tenuirostris), también conocido como zarapito real, ha sido declarado extinto por los científicos. Esta triste noticia, confirmada por un reciente estudio publicado en la revista Ibis, supone una trágica pérdida para la biodiversidad europea.
Su extinción no es sólo un luto para los amantes de la naturaleza, sino una señal de alarma que suena con fuerza para toda Europa, poniendo de relieve la fragilidad de los ecosistemas y el papel crucial que desempeña la biodiversidad para el bienestar humano.
Una especie símbolo de la naturaleza migratoria
El zarapito de pico fino era un ave migratoria extraordinaria. Con su cuerpo esbelto, de unos 40 centímetros de altura, su cuello despejado y su característico pico largo y curvado, cruzaba miles de kilómetros cada año, anidaba en las turberas de Siberia occidental y Asia central e invernaba en los humedales del Mediterráneo.

El último avistamiento confirmado fue en 1995, en la laguna de Merja Zerga, en Marruecos, y desde entonces, a pesar de los esfuerzos de ornitólogos y conservacionistas, no se ha vuelto a encontrar. La probabilidad de que la especie se haya extinguido se estima en un 96%, cifra que refleja el resultado de décadas de imparable declive.
Las causas de una extinción anunciada
La desaparición del zarapito real no se produjo por casualidad, sino que fue el resultado de una combinación letal de factores, muchos de ellos relacionados con la actividad humana.
La destrucción de hábitats naturales ha sido una de las principales causas, ya que la expansión agrícola y la recuperación de humedales, tanto en los lugares de cría como de invernada, han privado al ave de lugares esenciales para anidar y alimentarse.
El Zarapito fino (Numenius tenuirostris), la última incorporación a la lista de las aves extinguidas. Aviso a navegantes del posible destino de otras aves limícolas que se enfrentan a un fuerte declive. de https://t.co/ZyJo13k5oF
— Miguel A. Gómez-Serrano (@GomezSerrano_MA) November 18, 2024
Paper: https://t.co/PbxybQSFgT pic.twitter.com/2mDtfPFKv4
Al volverse rara la especie, creció la demanda de ejemplares para colecciones privadas, lo que aceleró su declive. La contaminación, el cambio climático y la lenta tasa de reproducción de la especie completaron el cuadro, haciendo imposible la recuperación de la población.
Una señal de alarma para Europa
La extinción del zarapito de pico fino no es un hecho aislado, sino un síntoma de una crisis más amplia que amenaza la biodiversidad europea. Es la primera especie de ave migratoria que se declara extinta en el continente y la segunda en el último siglo, un hecho que pone de relieve la aceleración de la pérdida de vida salvaje.
Las aves migratorias como el zarapito son valiosos indicadores de la salud de los ecosistemas: su capacidad para unir naciones y continentes a través de rutas migratorias las convierte en centinelas del cambio ambiental a escala mundial.
Este suceso es especialmente alarmante para Europa porque demuestra que ni siquiera un continente rico en recursos y conocimientos científicos es inmune a la pérdida de biodiversidad.
La Lista Roja de la UICN ha elevado recientemente el nivel de amenaza de otras 16 especies de aves migratorias costeras, una advertencia de que el zarapito podría ser sólo la primera de una larga serie.
La importancia de la biodiversidad para los humanos
La riqueza de la biodiversidad no es un lujo, sino una necesidad vital para la humanidad. Los ecosistemas sanos, de los que forman parte aves como el zarapito, juegan un papel clave: regulan el clima, purifican el agua, polinizan los cultivos y mantienen fértil el suelo.

La pérdida de una sola especie puede desencadenar efectos en cascada, desestabilizando redes ecológicas enteras. Por ejemplo, el zarapito, al alimentarse de invertebrados en los humedales, contribuía al control de las poblaciones de estos organismos, ayudando a preservar el equilibrio de los hábitats costeros.
Además, la biodiversidad tiene un valor cultural y espiritual inestimable. El canto del zarapito, antaño familiar en las marismas y a lo largo de las costas, formaba parte del patrimonio natural europeo. Perder estas voces significa empobrecer nuestra conexión con la naturaleza, una conexión que afecta a nuestra salud mental y a nuestro sentido de pertenencia al mundo.
Referencia de la noticia:
Buchanan, G.M., Chapple, B., Berryman, A.J., Crockford, N., Jansen, J.J.F.J. and Bond, A.L. (2025), Global extinction of Slender-billed Curlew (Numenius tenuirostris). Ibis. https://doi.org/10.1111/ibi.13368