La tormenta de Neptuno cambia de dirección y desconcierta a la NASA
Los astrónomos llevaban tiempo observando con el telescopio espacial Hubble cómo una tormenta de Neptuno se dirigía hacia una muerte segura, pero en el último momento ha cambiado su dirección sorprendiendo a los investigadores de la NASA.
La tormenta, que tiene una anchura superior al Océano Atlántico, nació en el hemisferio norte del planeta y fue descubierta por Hubble en 2018. Las observaciones muestran que hace un año comenzó a desplazarse hacia el sur, con dirección al ecuador de Neptuno, donde es esperable que tales tormentas empiecen a debilitarse y desaparezcan. Sin embargo, para sorpresa de los observadores, el vórtice cambió de dirección nuevamente hacia el norte, alejándose de su fin, según ha comunicado la NASA. Hubble lleva 30 años rastreando estas tormentas y es la primera vez que capta este comportamiento atmosférico.
Normalmente, a medida que una tormenta se desplaza hacia el ecuador de Neptuno, el efecto Coriolis se debilita y la tormenta se desintegra. En simulaciones por ordenador realizadas por varios equipos diferentes, las tormentas de Neptuno siempre siguen un camino más o menos uniforme, pero la última tormenta gigante no acabó de migrar a la "zona de muerte" ecuatorial.
Igual de desconcertante fue que la tormenta no estaba sola. Hubble vio otra mancha oscura más pequeña en enero de este año, que apareció temporalmente cerca del vórtice más grande. "Estamos entusiasmados con estas observaciones porque este fragmento oscuro más pequeño es potencialmente parte del proceso de disrupción de la mancha oscura", dijo Michael H. Wong de la Universidad de California en Berkeley.
"También fue en enero cuando el vórtice oscuro detuvo su movimiento y comenzó a moverse hacia el norte nuevamente. Tal vez, el haber conseguido deshacerse de ese fragmento fue suficiente para evitar que se moviera hacia el ecuador", agregó Wong haciendo referencia al vórtice más pequeño que los científicos nombraron informalmente como “Junior”.
La gran tormenta tiene 7.500 km de diámetro y es la cuarta mancha oscura que Hubble observa en Neptuno desde 1993; mientras que Junior alcanza los 6000 km de largo. Otras dos tormentas oscuras fueron descubiertas por la nave espacial Voyager 2 en 1989, pero desaparecieron antes que Hubble pudiera observarlas. Desde entonces, solo el Hubble tuvo la nitidez y la sensibilidad en la luz visible para rastrearlas. En promedio tienen una duración de aproximadamente dos años cada una y el telescopio Hubble descubrió esta última tormenta en septiembre de 2018.
La investigación
Todavía es un misterio cómo se forman esas tormentas, pero este último vórtice oscuro gigante es el mejor estudiado hasta ahora. La apariencia oscura de la tormenta puede deberse a una capa elevada de nubes oscuras y podría estar informando a los astrónomos sobre la estructura vertical de la tormenta.
Otra característica inusual de la mancha oscura es la ausencia de nubes brillantes compañeras a su alrededor, que estaban presentes en las imágenes del Hubble tomadas cuando se descubrió el vórtice en 2018. Aparentemente, las nubes desaparecieron cuando detuvo su viaje hacia el sur. Las nubes brillantes se forman cuando el flujo de aire se perturba y se desvía hacia arriba sobre el vórtice, lo que probablemente hace que los gases se congelen en cristales de hielo de metano. La falta de nubes podría estar revelando información sobre cómo evolucionan las manchas, dicen los investigadores.