¿Señal de tormenta geomagnética? Perseverance capta una gran mancha solar en el lado opuesto del Sol
Para predecir una tormenta geomagnética potencialmente peligrosa para la Tierra, se necesita estudiar previamente las manchas solares. Algunas permanecen ocultas durante un periodo en el lado opuesto del Sol y son difíciles de detectar.
Entre el 17 y el 20 de agosto, el rover Perseverance captó una mancha de gran proporción en el hemisferio sur solar. En este caso, se detectó en el lado opuesto del Sol, por lo que próximamente la mancha será visible desde la Tierra debido a la rotación de nuestra estrella.
En Spaceweather informan que desde Marte se puede ver el lado opuesto del Sol debido a su órbita, por lo que son visibles las manchas que podrían afectarnos a través de llamaradas solares o alguna eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) una semana después o incluso más. Esto es una ventaja que permite prepararnos ante una inminente tormenta geomagnética.
A pesar de no tener gran resolución, las imágenes tomadas por el Perseverance con su sistema de cámaras Mastcam-Z permiten anticipar algún evento solar que pueda ocasionar daños severos a las telecomunicaciones o las redes eléctricas. En efecto, logra captar manchas solares con un diámetro mayor a los 15.000 km y aún así visualiza alrededor del 40% de estas.
Hay otro método empleado para ver las manchas en el lado opuesto del Sol. Se trata de la heliosismología, estudio que permite medir las vibraciones en el campo magnético del Sol para producir un eco del lado opuesto; sin embargo, esta técnica presenta alteraciones con el tamaño de las manchas.
¿Por qué son importantes las manchas solares?
Se espera que la mancha recién descubierta por el Perseverance se siga expandiendo y sea visible desde la Tierra a partir de la próxima semana, según comenta The Science Times. Entonces, ¿cómo una mancha solar puede ser de interés para la comunidad científica?
Una mancha solar es una región oscura en la superficie solar que se encuentra a menor temperatura que su entorno y donde el campo magnético del Sol es particularmente fuerte. Es más probable que las de mayor dimensión generen llamaradas solares o CMEs más agresivas para la Tierra –en caso de encontrarse en su trayectoria– y así desencadenar tormentas geomagnéticas potencialmente peligrosas.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) monitorea el clima espacial, por lo que se encarga de predecir la actividad solar. Cuando hay presencia de una mancha solar de grandes dimensiones, la atención gira en torno a esta. Es por ello que es imprescindible conocer su comportamiento, incluso en donde los satélites espaciales no alcanzan a observar.
Cada vez más cerca del máximo de actividad solar
El ciclo solar comprende 11 años y en estos momentos nos estamos acercando a su etapa más activa. Increíblemente, se ha detectado un gran aumento en el número de manchas solares con respecto a los últimos 20 años, lo que lleva a entender que se está cada vez más próximo de un peak explosivo, mucho más activo de lo previsto.