¿Se están prescribiendo erróneamente antibióticos debido a la contaminación atmosférica?

Por primera vez un estudio revela que la contaminación del aire aumenta el uso de antibióticos: un desafío emergente para la salud pública.

Un estudio pionero ha revelado una conexión inesperada entre la contaminación atmosférica y el consumo de antibióticos.

Respirar aire contaminado no solo afecta nuestros pulmones, sino que podría estar contribuyendo a algo aún más preocupante: el aumento del consumo de antibióticos.

Un nuevo y pionero estudio ha revelado una inesperada conexión entre la contaminación atmosférica y la prescripción de estos medicamentos, lo que plantea interrogantes sobre su impacto en la resistencia bacteriana y la salud global.

Un estudio pionero en Cataluña

El estudio, liderado por el doctor Jordi Carratalà del Hospital de Bellvitge, analizó datos de más de 1,9 millones de habitantes de las 11 ciudades más grandes de Cataluña durante un periodo de ocho años (2012-2019).

Los investigadores rastrearon más de 8 millones de prescripciones de antibióticos, de las cuales más de 1,9 millones se recetaron debido a síntomas respiratorios agudos. En este contexto, los antibióticos más comúnmente utilizados fueron amoxicilina, amoxicilina con ácido clavulánico y azitromicina.

El análisis se centró en la correlación entre los niveles de tres contaminantes clave —PM10, PM2.5 y dióxido de nitrógeno (NO2)— y el número de prescripciones de antibióticos en atención primaria.

¿Cómo afecta la contaminación a la salud respiratoria?

Sabemos que respirar aire contaminado no es saludable, pero ¿qué tan profundo es su impacto en nuestro cuerpo? Las partículas como PM2.5 y PM10, tan pequeñas que pasan desapercibidas, tienen la capacidad de infiltrarse profundamente en los pulmones, causando inflamación y daño a las vías respiratorias. Además, el dióxido de nitrógeno, común en zonas urbanas con mucho tráfico, agrava aún más los síntomas respiratorios.

En 2020, la Agencia Europea de Medio Ambiente reportó que la exposición a partículas finas PM2.5 y PM10 en España causó 17.000 muertes prematuras, y el NO2 contribuyó a 4.800 muertes más.

Lo más alarmante de este estudio es que cuando los niveles de contaminación aumentan, lo hace también la prescripción de antibióticos, especialmente en el mismo día de la exposición.

Y no termina ahí: las partículas más pequeñas, como las PM2.5, pueden seguir causando problemas respiratorios hasta 10 días después, lo que se traduce en un uso prolongado de antibióticos, incluso cuando la exposición al aire contaminado ha pasado.

Síntomas respiratorios y prescripción de antibióticos

Uno de los puntos clave del estudio es que muchos de los síntomas provocados por la contaminación —como tos, dolor de garganta o congestión— son similares a los causados por infecciones respiratorias.

La contaminación no solo provoca irritación directa en las vías respiratorias, sino que también debilita el sistema inmunológico, haciéndolo más vulnerable a infecciones secundarias.

Esta similitud puede llevar a un diagnóstico erróneo, lo que a su vez provoca un uso innecesario de antibióticos, en casos donde los síntomas no tienen un origen bacteriano.

Impacto en la resistencia antimicrobiana

El uso excesivo de antibióticos contribuye al desarrollo de bacterias resistentes, lo que hace que las infecciones sean más difíciles de tratar y aumenta el riesgo de mortalidad.

Según datos globales, en 2019 más de 4,95 millones de muertes estuvieron relacionadas con infecciones causadas por bacterias resistentes a los tratamientos. Si la contaminación del aire sigue contribuyendo a la prescripción innecesaria de antibióticos, este problema podría agravarse significativamente.

La urgente necesidad de actuar contra la contaminación

A pesar de ser el primer estudio que vincula claramente la contaminación del aire con un aumento en la prescripción de antibióticos, se requiere más investigación para confirmar estos resultados y entender mejor los mecanismos implicados.

El estudio revela que la contaminación del aire no solo afecta la salud respiratoria, sino que también está vinculada a enfermedades graves y mayor mortalidad, subrayando la urgencia de mejorar la calidad del aire.

Para ello, el equipo del Idibell está analizando filtros de aire para investigar la presencia de genes de resistencia a antibióticos, lo que podría esclarecer cómo la contaminación también contribuye a la evolución de bacterias resistentes.

Los resultados del estudio refuerzan la necesidad urgente de mejorar la calidad del aire, no solo para proteger la salud respiratoria, sino también para reducir el uso innecesario de antibióticos.

Además, la investigación resalta la importancia de implementar políticas medioambientales más estrictas para reducir los niveles de contaminación, proteger la salud pública y frenar la crisis global de resistencia a los antibióticos.

Referencia

Short-Term Exposure to Ambient Air Pollution and Antimicrobial Use for Acute Respiratory Symptoms. JAMA Netw Open. 2024;7(9):e2432245. doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.32245