¿Sabías que cuando se formó la Luna el día en la Tierra duraba 6 horas?

Te contamos cómo la Luna ralentizó la rotación de la Tierra, transformando días de 6 horas en las 24 horas que conocemos hoy.

¿Sabías que la Luna no solo ilumina nuestras noches, sino que también ha alargado nuestros días desde que nació?
¿Sabías que la Luna no solo ilumina nuestras noches, sino que también ha alargado nuestros días desde que nació?

¿Qué te parecería si te dijera que un día en la Tierra no duraba 24 horas, sino tan solo 6? Aunque suena increíble, la formación de la Luna jugó un papel crucial en la evolución de nuestro planeta y su rotación. Vamos a explorar cómo un violento impacto cósmico no solo dio origen a nuestra fiel compañera lunar, sino que también transformó los días terrestres en lo que hoy conocemos.

El origen de la Luna

Hace unos 4.500 millones de años, cuando el Sistema Solar aún era joven y caótico, un objeto del tamaño de Marte, llamado Tea, chocó contra la joven Tierra, que estaba parcialmente fundida.

Esta colisión fue tan violenta que enormes cantidades de material fueron eyectadas al espacio. Con el tiempo, estos escombros formaron un anillo alrededor de nuestro planeta y comenzaron a agruparse para dar origen a la Luna.

Pero lo más impresionante es que la Luna recién formada no estaba donde la vemos hoy, se encontraba mucho más cerca de la Tierra, a tan solo tres veces el radio terrestre, es decir, a unos 19.000 kilómetros.

El impacto de la Luna en la duración del día

Cuando la Luna se formó, su proximidad generaba un efecto asombroso en la Tierra. La enorme fuerza gravitatoria de nuestro satélite causaba mareas extremadamente intensas, mucho más potentes que las que experimentamos hoy en día.

Estas mareas, al interactuar con la rotación terrestre, actuaban como un freno natural. En otras palabras, la fuerza gravitatoria de la Luna ralentizaba poco a poco la velocidad de rotación de la Tierra.

La Luna, al acercarse a la Tierra, ralentizó su rotación y transformó días de 6 horas en las 24 horas que conocemos hoy.

De hecho, hace 4.500 millones de años, la Tierra giraba tan rápido que un día completo duraba tan solo 6 horas. Sin embargo, la interacción gravitatoria entre la Tierra y la Luna comenzó a desacelerar la rotación de nuestro planeta. A medida que la Luna se alejó, la duración del día fue aumentando.

Se ha calculado que hace 2.000 millones de años, la duración de un día en la Tierra era de aproximadamente 16 horas. Este proceso de ralentización continuó, y los días se han ido alargando gradualmente hasta llegar a las 24 horas actuales.

¿Por qué la luna se aleja?

La gravedad de la Luna genera mareas en los océanos, y debido a la rotación terrestre, las mareas se adelantan ligeramente a la Luna. Este desfase transfiere energía desde la Tierra a la Luna, haciendo que esta se aleje unos 3,82 cm al año. Al mismo tiempo, la rotación de la Tierra se ralentiza, alargando la duración de los días, como ya hemos visto.

Este proceso ha sido confirmado con precisión gracias a los reflectores colocados en la Luna durante las misiones Apolo, mediante los cuales se mide el tiempo que tarda un láser en regresar, calculando así la distancia exacta entre la Tierra y la Luna.

¿Cómo sabemos cuánto duraban los días en el pasado?

Los científicos han sido capaces de reconstruir cómo ha cambiado la duración de un día en la Tierra estudiando fósiles, como los corales.

Estos organismos muestran patrones de crecimiento diario y estacional, similares a los anillos de los árboles. Contando estos anillos y compararlos con la duración de los años en diferentes épocas, se ha descubierto que, hace 350 millones de años, durante el Carbonífero, un día duraba 23 horas y un año tenía 398 días.

La ciencia ha logrado reconstruir cómo ha cambiado la duración de un día a lo largo de los eones mediante varios métodos, siendo uno de los más fascinantes el estudio de fósiles.

¿Qué pasará en el futuro?

La Luna seguirá alejándose de nuestro planeta, y esto continuará afectando la duración de nuestros días.

Si bien estos cambios son increíblemente lentos – tanto que no los notarás en toda tu vida – dentro de miles de millones de años, un día en la Tierra podría llegar a durar mucho más de 24 horas.

A medida que la rotación terrestre se ralentiza, también las mareas serán menos intensas y los océanos estarán más calmados. La dinámica entre la Tierra y la Luna nos recuerda que, aunque todo parece estable, en realidad nuestro planeta está en un continuo y sutil cambio.

Fuente de la noticia

Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) en 'X'. IGEOnoticias: ¿Sabías que cuando se formó la Luna el día en la Tierra sólo duraba 6 horas?