¿Qué pasaría si se derritiera todo el hielo del planeta?

El deshielo del planeta se acelera cada año, pero... ¿cuáles serían las consecuencias globales si el hielo desapareciera por completo? Aquí te explicamos.

Glaciar
Los glaciares y las capas de hielo se derriten cada año más en todo el planeta, y podrían desaparecer casi por completo en un futuro no muy lejano.

Aunque no se conoce con exactitud el volumen total de hielo en la Tierra, los científicos sí tienen una idea relativamente precisa de las consecuencias de su fusión, gracias a los datos de los satélites. Si todo este hielo se derritiera, el nivel del agua subiría unos 70 m, con consecuencias muy graves a escala mundial. Un escenario catastrófico que bien podría hacerse realidad dentro de unas décadas si nuestras emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando.

Las costas del mundo estarían bajo el agua

Con una subida del nivel del mar de varias decenas de metros, muchas ciudades costeras desaparecerían a escala mundial, aunque habría diferencias regionales. Sin embargo, aunque el hielo se derritiera por completo, la mayoría de las zonas terrestres permanecerían intactas, aunque el paisaje se vería muy alterado.

En Europa, los Países Bajos y Dinamarca serían los primeros en desaparecer, pues ya están apenas por encima del nivel del mar. Casi un tercio de las islas británicas y Francia serían engullidas. Buena parte del Bajo Guadalquivir, en España, quedaría bajo el agua, al igual que otras zonas de la costa mediterránea. Venecia no se salvaría, al igual que otras poblaciones situadas a orillas del Adriático.

En Asia, Bangladesh también desaparecería bajo las aguas, al igual que gran parte de la costa india y casi un tercio de China. En la parte oriental del continente se produciría también una importante ampliación de los mares Negro y Caspio, y gran parte del norte de Rusia quedaría también bajo varios metros de agua.

En Norteamérica, Florida desaparecería del mapa, al igual que gran parte de la costa atlántica y el Golfo de México. Nueva York, Miami y Nueva Orleans dejarían de existir en esta situación. África sería el continente menos afectado por esta subida del nivel del mar, aunque Egipto y Senegal perderían gran parte de su territorio.

Hacia catástrofes naturales que provocarían grandes desplazamientos de población

Aunque la subida del nivel del mar es la consecuencia última del deshielo, también provocaría una sucesión de catástrofes naturales mucho antes de esta eventualidad. Es de temer que se produzcan grandes inundaciones, dependiendo de la velocidad a la que se derritan los glaciares de todo el mundo. Cuanto más rápido sea el deshielo, mayor será el riesgo de inundaciones repentinas, corrimientos de tierras y erosión.

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Esto supondría un gran riesgo para muchas poblaciones humanas, así como para animales y plantas, que verían cómo su entorno cambiaría más o menos rápidamente, provocando la desaparición de muchas especies. Los glaciares también abastecen de agua a muchas poblaciones, y su desaparición podría provocar sequías y hambrunas potencialmente mortales, sobre todo en Asia.

Es más, una gran cantidad de agua dulce fluyendo hacia los océanos podría alterar significativamente las corrientes oceánicas, alterando aún más el clima global. Algunas corrientes podrían ralentizarse o incluso detenerse, provocando cambios rápidos y drásticos en el clima medio de determinadas regiones del planeta. Por ejemplo, una ralentización de la corriente del Golfo podría provocar el enfriamiento de parte de Europa Occidental.

Sin embargo, el principal problema de este deshielo son los desplazamientos de población a gran escala por todo el planeta. Más del 20% de la población mundial vive actualmente a menos de 30 km de la costa. La subida del nivel del mar y la desaparición de muchas ciudades costeras provocarían migraciones de población en todo el mundo, lo que podría dar lugar a numerosas tensiones geopolíticas.

¿Es realmente probable que se produzca esta catástrofe?

Según los científicos, este escenario catastrófico no es previsible en un "futuro próximo". A pesar de la aceleración del calentamiento global en los últimos años, es probable que parte del hielo resista en las próximas décadas. Sin embargo, ahora es casi seguro que la mayor parte de Groenlandia y la Antártida Occidental podrían desaparecer. Según algunos estudios, el Ártico podría incluso vivir un verano sin hielo en 2030.

A más largo plazo, en un escenario climático pesimista, sólo la Antártida Oriental podría soportar el deshielo porque esta zona ya ha experimentado periodos más cálidos en el pasado sin derretirse, aunque esta hipótesis aún está por comprobar. La Tierra era tan cálida como ahora hace unos 125 000 años, y el nivel del mar era entre 4 y 6 metros más alto que el actual. Según algunos estudios, este mayor nivel del mar está relacionado con el deshielo de Groenlandia y la Antártida Occidental.

En la actualidad, sigue siendo difícil predecir si el hielo del planeta desaparecerá por completo y, en caso afirmativo, cuándo. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y nuestro clima está cambiando muy rápidamente, con un calentamiento cada vez más perceptible en todo el mundo. Sin embargo, los científicos aún no están seguros de la rapidez con la que se prevé que se derrita el hielo. ¿100, 500, 1000 años o más? Sólo el tiempo lo dirá, pero lo que es seguro es que una desaparición total del hielo mundial tendría consecuencias extremadamente graves.