Proyecto REBECA: ¿las piscinas de aire frío podrían generar una vegetación más resistente al cambio climático?
El proyecto REBECA tiene como objetivo estudiar las plantas y la microbiota en las conocidas como piscinas de aire frío (CAPs) situadas en enclaves privilegiados de tres Parques Nacionales de España
Durante mi participación en la XXXI Campaña Antártica Española, que tuvo lugar en 2017-2018, tuve ocasión de conocer a un nutrido grupo de investigadores de distintos campos de estudio. Uno de ellos es el biólogo José Ignacio García Plazaola, experto en fisiología vegetal y profesor en la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), que desde hace años lleva a cabo distintas líneas de trabajo focalizadas en la capacidad de supervivencia y adaptación de organismos vivos (plantas, algas, líquenes, hongos…) a unas condiciones climáticas extremas.
En la citada campaña participó con otras dos investigadoras en el proyecto TOPSTEP (Bases mecanísticas para la compensación entre fotosíntesis y tolerancia al estrés). Regresó a la Antártida en la campaña 2021-2022; lo hizo con el proyecto EREMITA (Raíces evolutivas de la tolerancia al estrés múltiple en plantas). En 2023, solicitó un nuevo proyecto de investigación, que le concedieron, en este caso para llevar a cabo en Parques Nacionales de España, al que me incorporé como parte del equipo.
Plantas y microbiota en las pozas de aire frío
El nombre completo del proyecto es: “Las pozas de frío de los Parques Nacionales Españoles: ¿microREfugios de BiodivErsidad ante un clima CAmbiante?”, de donde resulta el nombre abreviado de REBECA. Esas pozas o piscinas de aire frío en las que se va a llevar a cabo el estudio, se conocen en la literatura científica como CAPs (Cold Air Pools) y desde hace años han despertado el interés de los científicos y también de los aficionados a la meteorología.
Las bajas temperaturas que llegan a alcanzarse en ellas ha motivado la instalación de estaciones meteorológicas automáticas en algunos de esos enclaves.
Es conocida la que la red de Noromet (Asociación Meteorológica del Noroeste Peninsular) tiene instalada en la Vega de Liordes, en el municipio leonés de Posada de Valdeón, en el corazón de los Picos de Europa, o la de la altiplanicie de los Campos de Hernán Pelea, en Jaén, en la Sierra de Segura, en el marco del proyecto FrostSE, del departamento de Geografía de la Universidad de Murcia.
Las CAPs son enclaves únicos en los que la topografía (generalmente depresiones endorreicas causadas por dolinas kársticas o cráteres volcánicos) favorece en condiciones de estabilidad atmosférica la estratificación del aire. Esto lleva a que se acumule y asiente el aire más frío en las cotas más bajas, situación que puede prolongarse en el tiempo. Como consecuencia de ello, la temperatura es sustancialmente más baja que en su entorno, la cobertura de nieve más duradera y el periodo libre de heladas más breve.
En las CAPs se dan unas condiciones muy particulares para las comunidades bióticas. Se ha propuesto que estos lugares pueden actuar como refugios climáticos para la flora más sensible al calentamiento climático. Sin embargo se conoce muy poco sobre la ecología de esas pozas de aire frío.
Los objetivos de REBECA
El objetivo general del proyecto REBECA es la evaluación de la importancia biológica del fenómeno de las CAPs en tres Parques Nacionales de España que cubren un amplio gradiente altitudinal y climático: Picos de Europa, Sierra Nevada y Teide. Concretamente, se estudiará su componente biótico: vegetación y microbiota edáfica (microflora y microfauna presente en el suelo), tanto desde el punto de vista funcional como de su biodiversidad.
El trabajo de campo se inició el pasado mes de febrero en el Parque Nacional del Teide, donde se muestreó en tres emplazamientos (potenciales CAPs) como son el cráter de Pico Viejo (a 3000 m de altitud), la Cañada de Diego Hernández y el Llano Maja. En el mes de julio están previstas acciones parecidas en Sierra Nevada y Picos de Europa, teniendo como primer objetivo localizar y caracterizar los CAPs.
El proyecto REBECA se llevará a cabo entre los años 2024 y 2026 y puede aportar información de gran valor para comprender los mecanismos de resiliencia de las comunidades vegetales ante el cambio climático y aportar las bases para la correcta valoración de la importancia ecológica de estos micro ambientes.
A lo largo de los tres años que durará el proyecto, se irán desarrollando una serie de tareas, con las que se tratarán de cumplir los siguientes objetivos:
- La caracterización microclimática de las CAPs y la identificación de nuevos enclaves donde puede haberlas.
- Su caracterización biológica.
- La evaluación de la capacidad de aclimatación de la vegetación dominante en las CAPs.
- La identificación de patrones microclimáticos y funcionales vegetales.
- Aportar conocimiento sobre las propias CAPs y su importancia biológica.
Como integrante del equipo de REBECA, iremos compartiendo en Meteored, información relevante sobre el proyecto, según vayan llevándose a cabo las distintas tareas que hay programadas. El investigador principal, José Ignacio García Plazaloa, ha puesto en línea un blog del proyecto y tampoco quiero perder la oportunidad de invitar, desde estas líneas, a todos los estudiosos de los polos de frío a seguir el proyecto y unir sinergias.