¿Por qué los mosquitos pican más a unas personas que a otras?
Los mosquitos hambrientos encuentran a algunos humanos más sabrosos que otros, pero el método por el cual seleccionan a sus víctimas no se comprende aún del todo. Una nueva investigación arroja nuevas pistas sobre el asunto.
Los mosquitos usan receptores especializados ubicados en sus células nerviosas para identificar qué humanos tienen una sangre "más sabrosa", según un nuevo estudio que pretende explicar por qué algunos de nosotros parecemos sufrir más picaduras que otros.
En una investigación publicada en la revista Cell Reports, científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins identificaron receptores ionotrópicos especiales en las neuronas de los mosquitos que ayudan a los insectos a captar olores favorables en la piel humana. Lo hacen detectando diferentes niveles de aminoácidos particulares, algunos de los cuales son más atractivos para los mosquitos que otros.
“Comprender la biología molecular de la detección del olor de los mosquitos es clave para desarrollar nuevas formas de evitar las picaduras y las molestas enfermedades que causan”, explicó Christopher Potter, coautor del estudio y profesor asociado de neurociencia en Johns Hopkins Medicine.
Así seleccionan los mosquitos a los humanos
En todo el mundo, hay alrededor de 3600 especies de mosquitos, muchas de las cuales se alimentan picando y chupando la sangre de un animal huésped. La gran mayoría de las especies de mosquitos no se alimentan de humanos, pero las que lo hacen son conocidas por propagar una serie de enfermedades mortales, como la malaria, el dengue y el virus del Nilo Occidental. Juntas, estas enfermedades afectan a 700 millones de personas cada año y matan a unas 750000.
Las variaciones en los olores, el calor, la humedad y el dióxido de carbono son factores que pueden atraer a los mosquitos a algunas personas más que a otras. Los insectos detectan olores principalmente usando sus antenas, aunque los investigadores han encontrado que múltiples sentidos juegan un papel en la localización de un huésped.
Una especie causante de la malaria, Anopheles gambiae, por ejemplo, tiene tres tipos de receptores en sus neuronas para percibir olores: odoríferos, gustativos e ionotrópicos. Los receptores odoríferos ayudan a distinguir entre humanos y otros animales, mientras que los gustativos detectan el dióxido de carbono.
Los receptores ionotrópicos detectan ácidos y aminas, compuestos que suelen encontrarse en la piel humana, y son los distintos niveles de éstos los que pueden ser responsables de que un mosquito elija picar a una persona en lugar de a otra.
Los hallazgos podrían mejorar los repelentes de mosquitos
Teniendo en cuenta esta hipótesis, los investigadores del estudio buscaron la presencia de receptores ionotrópicos en las antenas de 10 mosquitos machos y 10 hembras. Si bien sólo las hembras muerden, ya que usan la sangre para el desarrollo de sus huevos, algunas investigaciones sugieren que los machos también se sienten atraídos por los olores humanos.
Usando una técnica conocida como hibridación fluorescente in situ, el equipo descubrió que las antenas de los mosquitos tenían más receptores ionotrópicos cerca de la cabeza del insecto, en lugar de a lo largo, lo que confirma que las antenas de los mosquitos son más complejas de lo que se creía.
A través de más estudios, el equipo espera identificar los receptores ionotrópicos específicos responsables de atraer mosquitos a ciertas personas. Esto podría ayudar en el desarrollo de mejores repelentes para eliminar la atracción de olores, que es uno de los medios más efectivos para evitar las picaduras.