¿Por qué es verde el cometa que ha reaparecido después de 50000 años?
El extraño y milenario cometa C/2022 E3 (ZTF) está pasando junto a la Tierra estos días, y las primeras imágenes muestran un curioso núcleo verdoso. ¿Qué significa eso?
Hasta la primera semana de febrero, el cometa llamado C/2022 E3 (ZTF) será visible desde el hemisferio norte de nuestro planeta tras estar 50000 años lejos de nosotros. Se trata de un pequeño cuerpo rocoso, de apenas 1 km de diámetro, que fue descubierto hace menos de un año por el programa Zwicky Transient Facility (ZTF) del Observatorio Palomar.
El cometa fue detectado en marzo de 2022 cuando pasaba por la órbita de Júpiter, y los astrónomos estiman que el origen del cometa es la Nube de Oort, una región aún más distante que el cinturón de Kuiper (hogar del antiguo planeta Plutón).
Su órbita es tan larga que va más allá de los límites del sistema solar, por lo que tarda 50000 años en completarse. El cometa seguirá acercándose a la Tierra hasta el 2 de febrero, cuando alcanzará una distancia de 42 millones de kilómetros de nosotros, y luego se alejará nuevamente.
¿A qué se debe el color verde?
Por extraño que parezca, este color no es único: se ha observado en otros cometas en el pasado. Esta tonalidad verde se produce a través de un proceso bastante complejo que involucra la descomposición de las moléculas de dicarbono.
Durante el proceso, el dicarbono sufre dos transiciones que son extremadamente raras en la Tierra, pero que son posibles en el entorno enrarecido del espacio. Gracias al gran espacio que se forma entre las moléculas allí, las interacciones más comunes dejan de ocurrir y son reemplazadas por fenómenos como este.
Además, la vida útil del dicarbono es muy corta, lo que significa que la molécula desaparece rápidamente, lo que explica que el brillo verde asociado a su rotura solo aparezca alrededor del núcleo del cometa, y nunca en su cola, ya que tarda mucho más en formarse.
El cometa C/2022 E3 (ZTF) brillará con máximo esplendor entre el 1 y el 2 de febrero, antes de regresar a los confines del sistema solar. El mejor momento para observarlo será a primera hora de la mañana, antes del amanecer, cerca de la estrella Capela (hacia el noroeste).
Como el cometa es pequeño, su brillo no será tan increíble como el de Hale-Bopp (1997) o Neowise (2020), que eran cometas mucho más grandes. Aún así, la rareza del fenómeno hace que la observación valga la pena.