Polvo sahariano por todas partes: conoce sus riesgos y beneficios para la salud, el clima y el océano
Cuando se producen irrupciones de polvo africano, normalmente procedente del desierto del Sahara, su mayor o menor cantidad puede tener efectos positivas y/o negativas tanto para el hombre como para la naturaleza.
El polvo del Sáhara y de otras regiones áridas y desérticas tiene unas características peculiares. Este aerosol de origen natural supone un riesgo para la salud humana, el clima y algunos ecosistemas, por lo que puede tener múltiples repercusiones negativas.
Por otro lado, también aporta beneficios, a través de la generación de impactos positivos menos conocidos por la población que se analizarán más adelante en esta noticia.
Riesgos del polvo en suspensión: del hombre a la naturaleza
Cuando el polvo aparece en altas concentraciones, no sólo provoca un empeoramiento de la calidad del aire -alcanzando a veces cifras equivalentes a las de las grandes ciudades y metrópolis con altos niveles de contaminación atmosférica- y hace que el cielo se nuble o se oscurezca con tonos amarillentos/marrones/naranja; también puede causar o agravar problemas en personas con enfermedades respiratorias y/o cardiovasculares, y desencadenar potencialmente reacciones alérgicas y ataques de asma.
Otro impacto negativo del polvo es que es potencialmente dañino para los corales. El polvo puede transportar sustancias químicas útiles para la alimentación o el crecimiento de las plantas, pero también puede contener elementos tóxicos, como cobre, u hongos que pueden atacar a los corales cuando están en él. ¿Y cómo ocurre esto?
El polvo que viaja del Sáhara al otro lado del océano Atlántico se deposita, por ejemplo, en el mar Caribe y, debido a su peso, los sedimentos caen, impactando en los corales que, al asimilar uno o varios elementos tóxicos, acaban enfermando.
¿Cuáles son los beneficios del polvo sahariano?
Uno de los impactos positivos del polvo en suspensión es que afecta a la formación de huracanes. Cuando el polvo en suspensión alcanza altas concentraciones sobre el Atlántico, puede verse por satélite.
Cuando el polvo en suspensión es visible en las imágenes de satélite, significa que está reflejando la luz solar, que entonces no llega al océano de la misma manera. Parte de la energía solar no llega a la superficie del océano y la masa de agua salada se enfría.
A medida que el océano se calienta menos, cambia la forma en que se evapora el agua. Como es bien sabido, la evaporación del agua es lo que alimenta los huracanes y, en ausencia o debilitamiento de este mecanismo, los huracanes son mucho menos probables, estando condicionados/inhibidos por el polvo en suspensión.
Otro impacto positivo es la capacidad del polvo para fertilizar los suelos amazónicos. El polvo es esencialmente roca triturada muy fina compuesta de diferentes elementos químicos. Elementos como el fósforo y el nitrógeno, entre otros, son nutrientes utilizados por las plantas y todos ellos están contenidos en el polvo. Cuando viajan desde el desierto del Sahara hasta la selva amazónica, se depositan por precipitación o simplemente caen en la selva.
Por último, también hay que tener en cuenta la fertilización que produce en los océanos. Cuando el polvo sahariano se deposita en el océano Atlántico, estimula la producción de fitoplancton, que aprovecha la liberación de nutrientes contenidos en el polvo.