Nos están mintiendo: no se puede reciclar todo el plástico que producimos en el mundo actualmente

El reciclaje es utilizado por las empresas petroquímicas como una falsa promesa con el interés oculto de aumentar exponencialmente la venta de plástico virgen.

A la vez, un nuevo estudio sobre la contaminación por macroplásticos publicado recientemente por investigadores de la Universidad de Leeds, pone de relieve aspectos muy importantes que se deben tener en cuenta en las negociaciones que se llevan a cabo en la actualidad para el establecimiento de un tratado internacional sobre este material tan contaminante como perjudicial.

El plástico en cifras

Tan sólo se recicla una pequeña fracción de la basura plástica que llega a depositarse en los contenedores adecuados. Según datos de la UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), menos de un 10% de las 7.000 millones de toneladas de plástico fabricadas por el hombre a lo largo de su historia han tenido una segunda vida.

Sin embargo, más de 450 millones de toneladas de plástico son producidas cada año por la industria petroquímica. Buena parte de esta cifra termina en la basura para ser reciclada, pero otra gran cantidad acaba directamente vertida en el medio ambiente generando graves problemas en este y también para la salud pública. El reciente estudio cifra la cantidad vertida directamente en 52 millones de toneladas de microplásticos al año.

Además, el estudio revela que casi 1.200 millones de personas, es decir, casi el 15% de la población mundial, vive sin acceso adecuado a servicios de recolección de residuos. Según datos de 2020, aproximadamente 30 millones de toneladas de plásticos fueron quemadas en hogares, calles y también vertederos, sin llevar a cabo ningún control ambiental. Esto evidencia científicamente que los países que sí cuentan con sistemas de recogida de residuos se encuentran con el problema añadido para reciclar esta gran cantidad de plásticos, que en su mayor parte acaban siendo incinerados o abandonados en el exterior.

Un tratado internacional y un inventario

La contaminación por plásticos es un problema a nivel mundial que requiere de una acción inmediata debido a su impacto negativo en los ecosistemas, las infraestructuras, la sociedad y la economía. Por ello, recientemente se ha ratificado un proyecto de resolución de las Naciones Unidas que debe servir para poner fin a la contaminación por plásticos: el "Tratado sobre los Plásticos".

También se ha sugerido la creación de un inventario de apoyo mundial sobre las emisiones de contaminación por plásticos para el éxito de dicho tratado. Las negociaciones para este tratado global sobre la contaminación plástica son las que darán forma a las futuras políticas mundiales de producción, uso y gestión de desechos de plásticos.

El objetivo principal del estudio fue crear un método de inventariado de contaminación por macroplásticos que sirviera para establecer una línea de base y monitorizar a escala global las emisiones en las que se puedan llevar a cabo acciones sobre el terreno.

Si los macroplásticos llegan al medio ambiente, es técnica y económicamente muy difícil eliminarlos, con el tiempo se fragmentan y ocasionan la contaminación por microplásticos, dificultando todavía más su eliminación. Para el tratado es prioritario minimizar la contaminación por plásticos en la fuente de origen mediante una prevención adecuada de la emisión de los mismos. Según los investigadores, abordar los desechos no recolectados tendría un impacto aún mayor que mitigar todas las demás fuentes de macroplásticos terrestres combinadas.

El engaño de la industria petroquímica

En febrero de este año fue publicado por el Center for Climate Integrity (CCI), otro informe sobre las dificultades de reciclar los residuos plásticos. Esta organización estadounidense se encarga de investigar los impactos de la industria petrolera y sus derivados. El informe recoge pruebas del grave problema de imagen de la industria por la acumulación en el medio ambiente de la basura plástica ya en los años 60 y 70 del siglo pasado.

La industria invirtió en el desarrollo de tecnologías de reciclaje a partir de la década de los 80, pero enseguida quedó demostrado que era una tarea imposible que hoy día lo sigue siendo por muchas razones.

En primer lugar, no existe un mercado para el plástico reciclado. Hay miles de plásticos de características muy diversas que con el reciclado pierde calidad y se degrada. A la vez los diferentes aditivos químicos tóxicos de algunos tipos de plástico impiden que se les pueda dar una segunda vida. Y además, el precio del plástico virgen siempre va a ser más competitivo que el del plástico reciclado y ese es realmente el centro del problema.

El informe también afirma que las petroquímicas, para aumentar exponencialmente la producción de plástico virgen en los últimos 60 años, han utilizado el reciclaje como falsa promesa, originando la actual crisis mundial de residuos plásticos.

Fue en 2022 cuando la Asamblea de las Naciones Unidas acordó empezar a trabajar para poner fin a la contaminación por plásticos y alcanzar un acuerdo internacional en 2024. El próximo 25 de noviembre se celebrará en Busán (Corea del Sur), la quinta y última reunión para cerrar un acuerdo, que sigue sujeto a las actuales presiones de los países productores de petróleo que no están a favor de la reducción de la producción de plástico.

Referencias

La industria petroquímica miente: no podemos reciclar todo el plástico que producen. Juan F. Samaniego, Climática.

Cottom, J.W., Cook, E. & Velis, C.A. A local-to-global emissions inventory of macroplastic pollution. Nature 633, 101–108 (2024).

Davis Allen, C.L. et al., The Fraud of Plastic Recycling. (2024) Center for Climate Integrity.