Nevadas torrenciales en el Mediterráneo, ¿qué son?

Las nevadas torrenciales es uno de los fenómenos extremos más sorprendentes y desconocidos del litoral mediterráneo. Se pueden acumular hasta 2 o 3 metros de nieve en 72 o 96 horas. ¿Por qué y dónde es más habitual que suceda? Te lo contamos aquí.

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Nevadas en las que se acumula 1 o 2 metros de nieve en unas horas. Sí, son posibles.

Ya conocemos lo singular que es el clima del litoral mediterráneo, que se caracteriza por sus extremos meteorológicos y climáticos. Los más conocidos, por sus efectos sobre el territorio, son las sequías y los episodios de lluvias torrenciales, de consecuencias catastróficas en muchas ocasiones. También las olas de calor y las de frío.

Todos estos eventos tienden a volverse todavía más extremos como consecuencia del proceso actual de cambio climático acelerado por la acción del ser humano. Sin embargo, aunque se suele asociar al Mediterráneo con estabilidad y playas en las que tostarse al sol en cualquier época del año, se pueden producir fenómenos difíciles de ver en otras zonas de España.

Uno de ellos son las nevadas torrenciales, término acuñado hace unos años por algunos profesores del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Alicante, entre ellos Jorge Olcina y Enrique Moltó, que en los últimos años han publicado numerosos artículos sobre las nevadas históricas en el Mediterráneo y sus consecuencias en el territorio.

¿En qué situaciones se producen las nevadas torrenciales?

Como bien indica su nombre, las nevadas torrenciales hacen referencia a aquellas situaciones en las que la nieve cae con mucha intensidad, acumulándose 300 o 400 l/m2 en apenas 3 o 4 días, lo que se traduce en espesores de 2 o 3 metros de nieve. Además, suelen venir acompañadas de aparato eléctrico, ya que las precipitaciones son de origen convectivo. En el resto del país es muy complicado encontrar esta intensidad y acumulación de nieve en períodos tan pequeños de tiempo.

Pero esto no sucede con cualquier sitio o situación. Se suelen dar con vaguadas de evolución retrógada que se acaban desgajando sobre la vertical peninsular (aquí ya hablaríamos de gota fría o DANA), mientras que en superficie en muchas ocasiones se forma una profunda borrasca entre Baleares y Argelia, que canaliza un importaje flujo de humedad hacia el este y Baleares.

Por tanto, con esas situaciones tenemos aire frío en capas medias-altas y humedad procedente del Mediterráneo. Sinópticamente, es lo mismo que sucede durante los episodios de lluvias torrenciales típicos del otoño, si bien en invierno predomina la persistencia frente a la torrencialidad, aunque en los últimos años se están batiendo récords de intensidad de precipitación precisamente en invierno o primavera.

¿En qué zonas son más probables?

Y aquí entra en juego el otro factor que desencadenan los eventos de nevadas torrenciales: el relieve. En aquellas cadenas montañosas del Mediterráneo orientadas al este o noreste provocan que las precipitaciones queden retenidas y que a su vez se vayan reactivando. Esto sucede sobre todo en el norte de Alicante, Serra de Tramuntana (Mallorca), cordilleras prelitorales del noreste y, de forma más ocasional, en las sierras suresteñas.

De acuerdo con nuestro modelo de referencia, el HRES-IFS (ECMWF) podríamos estar ante una nueva situación de nevadas torrenciales a partir de este domingo.