Microfósiles hallados en Australia indican la aparición de formas de vida complejas en la Tierra en épocas anteriores
Unos microfósiles de Australia Occidental ofrecen una visión sorprendente de la vida durante la época de la Gran Oxidación y podrían hacer retroceder 750 millones de años el registro fósil de la vida eucariota.
La investigación realizada por un equipo internacional de investigadores detalla evidencia de microfósiles que sugiere que la vida eucariota compleja llegó a la Tierra antes de lo que se pensaba.
Erica Barlow, profesora de investigación asociada del Departamento de Geociencias de la Universidad Estatal de Pensilvania, descubrió los microfósiles en una especie de roca sedimentaria llamada chert negro. Profundizar en esta antigua instantánea de la historia de la Tierra ha llevado a plantear más preguntas sobre la evolución de la vida en la Tierra. Los investigadores publicaron sus hallazgos en la revista Geobiology.
El Gran Evento de Oxidación
El Gran Evento de Oxidación (GOE) ocurrió hace unos 2,4 millones de años y los niveles de oxígeno aumentaron significativamente debido a la aparición y propagación de cianobacterias. Estas bacterias producen oxígeno como subproducto a través de un proceso vital llamado fotosíntesis.
La acumulación de oxígeno en la atmósfera transformó la geología y los habitantes biológicos de la Tierra. Provocó oxidación mineral en la superficie terrestre, lo que resultó en la producción de nuevos minerales y la acumulación de óxidos de hierro. Uno de los indicadores geológicos del GOE es la "oxidación" generalizada del hierro.
Si bien el aumento del oxígeno atmosférico benefició a las criaturas aeróbicas (dependientes del oxígeno), probablemente fue devastador para las muchas formas de vida anaeróbicas (no dependientes del oxígeno) que anteriormente habían dominado el planeta. Este suceso definió el rumbo de la biosfera terrestre, favoreciendo a los organismos adaptados a vivir en un ambiente altamente oxigenado.
El origen de la vida en la Tierra
El consenso general entre la comunidad científica es que las formas de vida procarióticas (arqueas y bacterias, por ejemplo) llegaron antes que las formas de vida eucariotas más complejas.
A diferencia de las células procariotas, las células eucariotas tienen lo que se llama un núcleo verdadero, un área que contiene ADN estructurado linealmente encerrado en una membrana nuclear. Los eucariotas (como hongos, plantas, algas y animales) también tienen orgánulos unidos a membranas, estructuras subcelulares que se encargan de llevar a cabo tareas esenciales para apoyar la función celular adecuada.
"Un gran reclamo"
Los investigadores examinaron los microfósiles y observaron que, de hecho, eran más grandes que otros microfósiles que databan de antes del evento GOE. El equipo también observó su morfología agregada esférica, algo que aún no se había visto en el registro fósil.
"Creo que encontrar un fósil que sea tan grande y complejo, relativamente temprano en la historia de la vida en la Tierra, hace que uno se pregunte: si encontramos vida en otro lugar, podría no ser solo vida bacteriana procariótica", dijo la profesora Barlow. "Tal vez existe la posibilidad de que se conserve algo más complejo; incluso si todavía es microscópico, podría ser algo de un orden ligeramente superior".
Barlow explica que los microfósiles comparten similitudes con las algas verdes modernas de la familia Volvocaceae. “Esto insinúa que el fósil es posiblemente un fósil eucariota temprano. Esa es una gran afirmación y algo que necesita más trabajo, pero plantea una pregunta interesante que la comunidad puede desarrollar y probar”.
Se necesita más investigación para determinar si los microfósiles fueron dejados por especies eucariotas, pero la idea tiene importantes consecuencias, según los expertos. Como resultado, el registro conocido de microfósiles eucariotas avanzaría 750 millones de años.