Pintores de mapas del tiempo y el origen de los iconos meteorológicos
¿Serías capaz de identificar 100 situaciones meteorológicas distintas? Los meteorólogos no sólo fueron capaces de ello, sino que idearon una manera sencilla y eficaz de plasmar lo observado en un mapa de símbolos.
La profesora de historia del arte Rebecca Houze todavía recuerda cómo en los años 70 Lorrie Grider pintaba los mapas del tiempo que le llegaban por teletipo. En aquellos años su marido, Robert A. Houze Jr., consiguió ser profesor del departamento de ciencias atmosféricas de la universidad de Washington tras haber sido pintor de mapas del tiempo en Tejas.
En un reciente artículo, ambos revisan la historia de los pintores de mapas (map plotters), una legión de profesionales hoy en día extinguidos debido a la tecnología. Para rememorarlos, analizan cómo surgieron los símbolos que ingeniosamente introdujeron en los mapas. Incluir datos numéricos era sencillo pero... ¿cómo serían capaces de plasmar la información sobre la descripción visual del observador?
Cadena de transmisión de la información meteorológica
Empecemos por el principio, contextualizando el papel de los pintores de mapas. Para ello, vamos a describir los pasos que seguía la información meteorológica hasta llegar al usuario final. En aquella época, la meteorología recaía sobre 4 funciones fundamentales:
- Los observadores leían los instrumentos que medían magnitudes como temperatura, presión, humedad y viento. Además, anotaban información relevante sobre fenómenos meteorológicos observados, así como el estado del cielo. Toda esta información tenía que estar codificada para que pudiera ser enviada por telégrafo o teletipo y cada estación pudiera conocer lo que ocurría en cualquier otra.
- Una vez recibida esta información, esta era descodificada y se localizaba en un mapa. Aquí llegaba el arte de los pintores de mapas, que usaban símbolos capaces de sintetizar el estado del tiempo y las nubes.
- Un analista estudiaba dichos mapas y añadía isolíneas, frentes, así como bajas y altas presiones proporcionando un patrón del tiempo de una área alrededor de la estación de estudio.
- Los predictores del tiempo usaban la evolución temporal de estos mapas para predecir el tiempo futuro. Dicha predicción se proporcionaba a diversos sectores como la aeronáutica, la navegación, la agricultura, las operaciones militares, los servicios de alertas, etc.
Los símbolos del tiempo y su relación con la escritura
Las condiciones atmosféricas afectan a nuestra vida diaria de formas muy diversas. Durante más de 200 años los meteorólogos han analizado cómo representar estas condiciones en un mapa. Los símbolos que usamos actualmente han estado en constante evolución.
Mientras la iconografía de las nubes ha estado influenciada por el arte visual, los símbolos del tiempo tienen una historia diferente, estando más influenciados por la tecnología que por el arte. Los símbolos han surgido principalmente de los elementos de escritura no alfabética, como son los signos de puntuación.
Según la pareja Houze, la primera creación de símbolos se atribuye al científico suizo Johann Heinrich Lambert (1728-77). En 1771 eran sólo cinco los símbolos que resumían los aspectos más importantes de la meteorología: unas simples líneas horizontales eran nubes, líneas en diagonal representaban lluvia, la "x" correspondía a nieve, los puntos a niebla y un zigzag a tormenta. Este arte minimalista fue la semilla de los símbolos que vendrían después.
Sería necesario que las telecomunicaciones avanzaran para que la iconografía adquiera protagonismo en la meteorología. Fue a principios de 1800 cuando se empezó a popularizar pintar mapas del tiempo.
En 1830, el instituto Franklin de EE. UU. escribió las condiciones meteorológicas en inglés produciendo un mapa difícil de visualizar a simple vista. En 1860, Francis Galton (1822–1911), de la Royal Geographical Society, publicó “Synchronous weather charts” sobre las condiciones meteorológicas inglesas. Los mapas incluían símbolos para la lluvia y la nieve, que parecían estar bastante inspirados en los sugeridos por Lambert. En este mismo periodo los mapas del tiempo que se producían a diario mostraban círculos para chubascos y puntos para la lluvia, siendo el primer intento en distinguir este tipo de precipitación.
Por aquel entonces, los mapas de símbolos eran algo novedoso y útil, pero carecían de una coordinación internacional. Gracias al telégrafo adquirieron mayor protagonismo en diferentes países. Desde mediados de 1800 hasta finales, cada país transmitía la información del tiempo de acuerdo a su propio criterio y sus tradiciones culturales, de modo que la notación cambiaba según el contexto geográfico, cultural y lingüístico, siendo ineficiente el avance en la meteorología.
Muchos de ellos contenían la información alfanumérica creando gran confusión. Por ejemplo, en países anglosajones era común usar la R para expresar lluvia, mientras que en Italia y Rusia usaban pl, del latín “pluviam”. También usaban los símbolos sin criterio unánime: Austria usaba doble línea vertical para la lluvia; Francia y Rusia puntos que para Austria era niebla.
¿Cuándo se alcanzó un consenso?
En el I Congreso Internacional de Meteorología, celebrado en Viena en 1873, se estandarizaron los mapas del tiempo. En dicho congreso la recién estrenada Organización Meteorológica Mundial decidió qué símbolos abstractos serían usados para comunicar el estado del tiempo.
Una de las razones por las que los autores atribuyen el éxito de los símbolos sobre el lenguaje era que países como Francia, Austria o Rusia eran imperios en expansión donde la información meteorológica debía transmitirse en varios idiomas. Es más, entre diferentes países era más fácil interpretar los símbolos que hacer traducciones.
Los símbolos adoptados en 1873 fueron evolucionando, tras acordar la inclusión de 100 de ellos como indica el Manual de Códigos de OMMs de 2019 y que nos mostró en este artículo nuestro compañero José Miguel Viñas. Se puede ver la influencia de la escritura en la construcción de estos símbolos como puntos, comas o tildes. También se observan símbolos matemáticos como el sumatorio o el infinito, flechas, etc. Sólo unos pocos son mas artísticos no basados en la escritura, como el tornado o el humo.