Los 5 experimentos más caros de la historia: del Proyecto Manhattan al telescopio James Webb

Avanzar en el conocimiento, alcanzar metas que se creían imposibles o realizar descubrimientos que han cambiado el curso de la historia, ha requerido el empleo de miles de millones de dólares. Inversiones sin las que nada sería como es hoy.

Los grandes avances de la humanidad han supuesto inversiones de miles de millones de dólares.

En su búsqueda incesante de conocimiento, países y corporaciones han emprendido proyectos colosales en los que no se han escatimado gastos. Inversiones billonarias en experimentos científicos que han generado un impacto invaluable en la ciencia, la tecnología y, consecuentemente, en la sociedad.

Estos han sido los experimentos más costosos

Desde la exploración del espacio hasta la comprensión de las partículas fundamentales, repasamos los experimentos más caros de la historia, claves para el avance de la humanidad.

Estación Espacial Internacional: 150.000 millones de dólares

Este laboratorio en órbita fruto de la colaboración multinacional -participan las agencias espaciales de Estados Unidos, Rusia, Europa, Japón y Canadá- es la estructura más cara jamás construida.

Desde su ensamblaje en 1998, ha sido un centro clave para la exploración espacial y también se ha convertido en el hogar temporal de astronautas de diversas nacionalidades.

La Estación Espacial Internacional es la estructura más cara jamás construida.

El propósito principal de la Estación Espacial Internacional es la realización de experimentos en microgravedad, el estudio de los efectos del espacio en el cuerpo humano y el desarrollo de tecnología para futuras misiones interplanetarias.

Tras más de tres décadas en funcionamiento, está previsto que, en 2030, un vehículo de SpaceX desorbite dicho laboratorio orbital de manera segura, cuyos restos caerán en el conocido como Punto Nemo del Océano Pacífico, lo que pondrá fin al proyecto.

Programa Apolo: 25.000 millones de dólares (160.000 millones de dólares actuales)

Gracias al Programa Apolo de la NASA el ser humano pisó por primera vez la Luna en 1969. El proyecto surgió en el contexto de la carrera espacial protagonizada por Estados Unidos y la extinta Unión Soviética entre 1961 y 1972, durante la Guerra Fría.

Fue la Apolo 11, la misión tripulada por Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin, la que se convirtió en la más icónica del programa, y consiguió dejar una huella imborrable en la historia de la humanidad.

Pero, además, el proyecto permitió el desarrollo de tecnología aeroespacial avanzada que sentó las bases para las misiones espaciales que se desarrollaron posteriormente.

En 1975, con la primera misión conjunta NASA-URSS y un histórico apretón de manos espacial entre los astronautas Thomas Stafford y Alekséi Leónov, tuvo lugar el último lanzamiento de una nave Apolo.

Telescopio Espacial James Webb: 10.000 millones de dólares

El Telescopio Espacial James Webb es el observatorio más avanzado de la historia. Fue posible gracias a la colaboración de 14 países, aunque su construcción sufrió múltiples retrasos y sobrecostes.

Telescopio Espacial James Webb, el mejor observador del Universo profundo.

De hecho, se terminó invirtiendo en él cuatro veces más de lo que inicialmente se calculó y se lanzó con siete años de retraso. Pero, a pesar de todo, ha demostrado ser una herramienta revolucionaria para la astronomía.

Lanzado en 2021, está operado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la NASA, y su misión es observar el universo en el espectro infrarrojo, lo que permite estudiar la formación de estrellas y galaxias durante los orígenes del cosmos.

Desde su entrada en funcionamiento, el James Webb ha proporcionado imágenes inéditas del Universo profundo, cuya comprensión ha facilitado como nunca antes.

Gran Colisionador de Hadrones: 9.000 millones de dólares

Se trata del acelerador de partículas más potente del mundo, y también la máquina más grande construida por el ser humano.

Hacerlo realidad requirió una importante inversión de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) y la participación de más de 10.000 científicos, además de cientos de universidades y laboratorios.

Gran Colisionador de Hadrones del CERN.

Está ubicado a una profundidad de 175 metros bajo tierra en la frontera entre Suiza y Francia, cerca de Ginebra, y ocupa un túnel de 27 kilómetros de circunferencia.

Su objetivo principal es estudiar las partículas fundamentales de la materia. Entre sus grandes aportaciones a la ciencia, el Gran Colisionador de Hadrones permitió, en 2012, la confirmación del bosón de Higgs, una partícula clave para comprender el origen de la masa en el universo.

Proyecto Manhattan: 2000 millones de dólares (30.000 millones de dólares actuales)

El programa secreto de Estados Unidos (con el apoyo de Reino Unido y Canadá) durante la Segunda Guerra Mundial para desarrollar la primera bomba atómica, contó con la participación de los científicos más brillantes del momento, como Robert Oppenheimer y Enrico Fermi.

Sus descubrimientos culminaron con las detonaciones en Hiroshima y Nagasaki en 1945, que condicionaron el curso de la guerra a un altísimo coste: se calcula que unas 400.000 personas murieron como consecuencia de ambas bombas.

Pero, al margen de su impacto militar, el proyecto también impulsó importantes avances en la física nuclear y en la generación de energía.