Llega el otoño... ¡y las ganas de orinar!

Quizá no te habrás dado cuenta que con la llegada del frío hay un rincón de tu casa que empiezas a visitar más: el baño. ¿Tiene algo que ver con la meteorología?

Baño
¿Vamos a orinar las mismas veces cuando hace calor que cuando hace frío?

Seguro que no te habrás parado a pensar las veces que vas al baño a orinar cada día. No es algo que la gente suele contabilizar. Más aún cuando aprovechamos ese momento para darle vueltas a otros asuntos, como por ejemplo todas las cosas que tenemos pendientes de hacer. ¿Qué pasaría si hiciéramos la cuenta? Quedaríamos sorprendidos.

Una cuestión de temperatura

Cuando llegan los meses más fríos del año vamos más veces al baño a hacer pis que cuando hace calor. La respuesta la encontramos si analizamos cómo nuestro cuerpo elimina el exceso de líquidos. Puede hacerlo de dos maneras: sudando u orinando.  

Al sufrir el calor insoportable en verano, nuestro organismo tiene un método infalible para hacer que la temperatura corporal vuelva a bajar: la sudoración. Este mecanismo de refrigeración consume una gran cantidad de agua. Con temperaturas de pleno agosto podemos llegar a perder algunos litros.

Termómetro
La temperatura ambiental dicta las veces que orinamos al día

¿Qué ocurre en invierno? El cuerpo ya no necesita fabricar sudor para bajar nuestra temperatura. En este caso nos vemos obligados a eliminar el exceso de agua que se produce en los meses más fríos del año por otra vía: la urinaria. Por lo tanto, al no eliminar tanta agua por las glándulas sudoríparas, toca hacerlo a través de la orina. 

Buscando el equilibrio

El cuerpo humano es una máquina casi perfecta. Para poder sobrevivir necesita mantener un equilibrio hídrico. Dependiendo de las condiciones de temperatura ambiental el exceso de agua se elimina más por la orina que por el sudor, o al revés. Así que hasta la meteorología determina las veces que vamos al baño