Llega el equinoccio, ¡ojo que sube la marea!
Aunque las subidas y bajadas del nivel del mar son un fenómeno diario, existen otro tipo de mareas más pronunciadas que se producen cuando nos acercamos a los equinoccios. Te contamos por qué suceden.
Isaac Newton nunca pisó la costa, pero logró dar explicación al fenómeno de las mareas. Descubrió que la acción de gravedad que provoca la Luna sobre la Tierra es lo que da lugar a las mareas. Nuestro satélite, por tanto, atrae las masas de agua de nuestro planeta elevando el nivel del mar. Su influencia es mayor en el lado de la Tierra frente a la Luna. En cambio, en el lado opuesto, y de forma simultánea es menor. No obstante, la pleamar tendrá lugar a ambos lados al mismo tiempo. Un proceso que se repite dos veces al día, dando lugar a dos pleamares y dos bajamares en 24 horas. Eso sí, no tienen lugar siempre a la misma hora. Se retrasan unos 50 minutos al día debido a que también lo hace el paso de nuestro satélite.
Cuando la Luna y el Sol se alinean con la Tierra, el poder de atracción gravitacional es mayor, algo que se sucede durante la luna nueva y la luna llena. El resultado, los ascensos y descensos en el nivel del mar son entonces más acusados y se producen las mareas vivas.
No obstante, existen otro tipo de mareas aún más intensas. Son las que tienen lugar durante los equinoccios. En este caso, el Sol se sitúa en el plano del Ecuador por lo que la alineación es casi perfecta entre el astro rey, la Luna y la Tierra, provocando una mayor atracción gravitatoria y dando lugar a las mareas vivas equinocciales en las que el nivel del mar puede llegar a subir, en algunos puntos de nuestro país, más allá de los 4 metros.
Si además coincide la Luna llena o nueva, con uno de los equinoccios y con el perigeo, es decir, el momento en el que la Tierra y la Luna están más cerca, tendremos las mareas vivas equinocciales de perigeo.
La “marea del siglo”
El 21 de marzo de 2015 tuvo lugar la última “súper marea”. Una marea extraordinaria que sucede una vez cada 223 lunaciones o lo que es lo mismo, aproximadamente cada 18 años. Se trata de una confluencia de varios acontecimientos de forma simultánea: la Tierra, la Luna y el Sol en alineación, el equinoccio de primavera, la Luna en fase nueva y en el perigeo y el Sol próximo a la Tierra, aunque no necesariamente en el perihelio. La próxima tendrá lugar el 3 de marzo de 2033.
Esta marea viva fue especialmente espectacular en algunas zonas de Francia como Normandía o la Bretaña, donde el nivel del mar se elevó algo más de 14 metros.
¿En todos los mares hay mareas?
Seguramente te hayas fijado en que en las playas del Mediterráneo no es necesario mover la toalla con el paso de las horas. Y es que, en este mar casi cerrado, apenas se aprecian estos fenómenos. Las mareas son más pronunciadas en el océano Atlántico y el Índico y más concretamente en sus costas orientales como Escocia, Irlanda, Inglaterra, el norte y oeste de Francia como Normandía, la Bretaña o Aquitania y las costas de Portugal, Galicia o el Cantábrico. En el Pacífico se pueden apreciar de forma más notable en el norte de Canadá o en Alaska.
Lo que dejan al descubierto las mareas
Durante las mareas vivas, no solo se transforma el paisaje. También salen a la luz los secretos del mar. Una oportunidad bien aprovechada por mariscadores y percebeiros en Galicia, para mariscar en zonas que durante el resto del año resultan inaccesibles.