Las predicciones de la Inteligencia Artificial de la NASA podrían avisarnos de tormentas solares
Al igual que una sirena de tornados para tormentas violentas, un nuevo modelo de ordenador que combina inteligencia artificial (IA) y datos de satélites de la NASA podría hacer sonar la alarma ante posibles tormentas peligrosas.
El nuevo modelo de ordenador utiliza Inteligencia Artificial para analizar las mediciones del viento solar (un flujo incesante de material del Sol) y predecir dónde golpeará una tormenta solar, en cualquier lugar de la Tierra, con 30 minutos de advertencia. Esto podría darnos tiempo suficiente para prepararnos y evitar impactos graves en las redes eléctricas y otras infraestructuras críticas.
Material solar y sus impactos
El Sol lanza constantemente material solar al espacio, en un flujo constante conocido como "viento solar" y en rachas solares más cortas y enérgicas.
Cuando este material solar golpea el entorno magnético de la Tierra (la "magnetosfera"), a veces provoca lo que se denomina tormenta geomagnética. Los impactos de estas tormentas pueden variar de leves a extremos, pero en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, sus efectos son cada vez más relevantes.
Por ejemplo, una tormenta solar destructiva en 1989 produjo cortes de energía en Quebec durante 12 horas, dejando millones de canadienses a oscuras y obligando a cerrar escuelas y negocios.
La tormenta solar más intensa, de momento
La tormenta solar más intensamente registrada fue el evento de Carrington en 1859 (una tormenta solar), hubo incendios en las estaciones telegráficas e impidió el envío de mensajes. Si el evento de Carrington ocurriera hoy, tendrá impactos aún más graves, como interrupciones eléctricas generalizadas, apagones persistentes e interrupciones en las comunicaciones globales. Este caos tecnológico podría afectar las economías y poner en peligro la seguridad y los medios de subsistencia de las personas en todo el mundo.
Además, el riesgo de tormentas geomagnéticas y efectos devastadores en nuestra sociedad aumenta a medida que nos acercamos al próximo "máximo solar", un pico en el ciclo de actividad de 11 años del Sol, que se espera que llegue en algún momento del año 2025 .
Inteligencia Artificial en el contexto de las tormentas solares
Para ayudar en la preparación, un equipo internacional de investigadores del Frontier Development Lab, una asociación público-privada que incluye a la NASA, el Servicio Geológico de EE. UU. y el Departamento de Energía de EE. UU., desarrolló IA para buscar vínculos entre los vientos solares y perturbaciones geomagnéticas, o perturbaciones que causan estragos en nuestra tecnología.
Los investigadores aplicaron un método de IA llamado "aprendizaje profundo", que entrena a los ordenadores para que reconozcan patrones basados en ejemplos anteriores. Utilizaron este tipo de IA para identificar las relaciones entre las mediciones del viento solar realizadas por las misiones de heliofísica (incluidas ACE, Wind, IMP-8 y Geotail) y las perturbaciones geomagnéticas observadas en las estaciones terrestres de todo el planeta.
A partir de ahí, desarrollaron un modelo de computadora llamado DAGGER (formalmente, Deep Learning Geomagnetic Perturbation) que puede predecir de manera rápida y precisa las perturbaciones geomagnéticas en todo el mundo, 30 minutos antes de que ocurran. Según el equipo, el modelo puede producir predicciones en menos de un segundo y las predicciones se actualizan cada 60 segundos.
El equipo de DAGGER probó el modelo en dos tormentas geomagnéticas que ocurrieron en agosto de 2011 y en marzo de 2015. En ambos casos, DAGGER pudo predecir de forma rápida y precisa los impactos de las tormentas en todo el mundo.
DAGGER es el primero en combinar el análisis rápido de IA con detección real desde el espacio y en toda la Tierra, para generar pronósticos actualizados con frecuencia que son veloces y precisos para localizar en todo el mundo.
Con modelos como el DAGGER, es posible que algún día haya sirenas de tormentas solares que hagan sonar la alarma en centrales eléctricas y centros de control de satélites de todo el planeta.