Las mayores extravagancias del clima extremo
El clima extremo queda reflejado en una larga serie de récords que recopila la Organización Meteorológica Mundial, aparte de infinidad de hechos extraordinarios. Repasamos algunos de los más sorprendentes en este artículo.
Los récords que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) recopila en su Archivo de extremos del tiempo y el clima global, ilustran las enormes amplitudes térmicas que llegan a darse en nuestro planeta, la elevada intensidad con la que puede llover en un determinado intervalo temporal, las extraordinarias precipitaciones acumuladas que se alcanzan en algunas localidades sometidas al régimen monzónico, etc. Los datos no dejan lugar a duda sobre el carácter extremo del comportamiento atmosférico, algo que está aumentando de la mano del calentamiento global.
Aunque el listado de la OMM es extenso, quedan fuera de él una gran cantidad de efemérides y hechos tanto o más destacados, que completan el muestrario de extravagancias que nos brinda el clima terrestre. Acaba de salir publicado un libro titulado Atlas de climas extremos (Editorial Jonglez, 2023), cuyo autor es el geógrafo y aficionado a la Meteorología italiano Lorenzo Pini. En su obra reúne no solo varios de los conocidos récords absolutos mundiales, sino mucha más información sobre hechos y episodios que ilustran también esa extremosidad ligada al clima.
Lluvias y vientos engelantes extremos
Uno de los episodios que se documentan en el libro es el de la lluvia helada o engelante ocurrida en enero de 1998, en la provincia canadiense de Quebec. Afectó a una vasta zona situada entre los Grandes Lagos de Norteamérica y el Valle del río San Lorenzo.
El evento fue bautizado como The Great Ice Storm of 1998. Tal y como relata Pini: “La acumulación de hielo provocó el derrumbamiento de 76 torres de alta tensión y de miles de postes de madera del tendido eléctrico. Cientos de transformadores explotaron (…) los 300 000 habitantes de la zona se vieron sumidos en la oscuridad y sin calefacción.” Con miles de ramas de los árboles caídas sobre acercas, calles y carreteras, la situación obligó a intervenir al ejército.
No abandonamos las grandes acumulaciones de hielo, pero desde Canadá viajamos a Suiza. Allí, en los valles que conforman ese país situado en el corazón de Europa, sopla a veces con violencia el bise. Este viento frío y seco en origen agita genera un fuerte oleaje en el lago Lemán, generando una gran cantidad de salpicaduras de agua, que con las temperaturas bajo cero reinantes, adquieren una capacidad engelante (agua subfundida o superenfriada), acumulando hielo en la orilla del lago que recibe el impacto de esas gotas arrastradas por el viento.
El resultado es una costra de hielo endurecido sobre todos los objetos expuestos al bise. Lorenzo Pini en su libro hace referencia a un episodio ocurrido en febrero de 2012. “Coches, farolas, bancos y aceras –relata– quedaron cubiertos de una gruesa capa de hielo que paralizó durante varios días la actividad a orillas del lago.” Si bien todos los años se produce allí alguna irrupción del bise que provoca engelamiento, los episodios más intensos, como el de 2012, ocurren, en promedio, cada siete años.
El corredor de los granizos
Sobre el Corredor de los tornados de los EEUU (el famoso Tornado Alley) se ha escrito mucho y existe abundante documentación gráfica, ya que los devastadores tornados que se forman allí cada año son noticia. Ayudan también mucho a su difusión los videos y fotografías que llevan a cabo los cazatornados.
Como no podía ser de otra forma, en el Atlas de climas extremos hay un capítulo dedicado al Tornado Alley, y otro al menos conocido Hailstorm Alley, o Corredor de las tormentas de granizo, que localizamos en la provincia de Alberta, en Canadá, y afecta entre 3 y 5 días al año, en promedio, a la ciudad de Calgary, cuyos habitantes están acostumbrados a ver caer del cielo piedras de hielo de tamaño considerable.
Entre las devastadoras granizadas que han sufrido los residentes de Calgary en los últimos años destaca la ocurrida el 13 de junio de 2020. Aquel día la combinación de granizos del tamaño de pelotas de golf y vientos de hasta 100 km/h causó cuantiosos daños. “Más de 70000 viviendas y vehículos (…) y cosechas enteras quedaron destruidas, ascendiendo el coste total de las pérdidas a 1200 millones de dólares, lo que lo convierte en el cuarto desastre natural más «caro» de la historia de Canadá.”
Vivir al límite en climas extremos
Lorenzo Pini en su libro también pone varios ejemplos muy ilustrativos de las condiciones meteorológicas y climáticas extremas en las que viven los habitantes de algunos lugares del mundo. No falta en el texto un capítulo dedicado a Oimiakon, en Siberia; el lugar habitado más frío del mundo, donde entre los meses de diciembre y marzo las temperaturas medias se sitúan entre -30 y -50 ºC. El valor más bajo jamás medido allí son unos increíbles -71,2 ºC, en 1924. La efeméride está a punto de cumplir, por tanto, su primer centenario.
No menos impactante es tener noticias de un pequeño pueblo llamado Komic. En un cartel situado a la entrada de esta localidad del norte de la India se puede leer lo siguiente: “El lugar habitado más alto del mundo conectado por una carretera transitable”. La elevación oficial de este pueblo, situado en el valle de Spiti es de 4587 m.
Teniendo en cuenta los problemas que la falta de oxígeno comienza a provocar a los seres humanos por encima de los 3000 m, es increíble que haya una asentamiento permanente en Komic, un lugar en el que aparte de tener noches heladoras en invierno se producen grandes nevadas.
Una "ciudad" a más de 5100 metros
Las condiciones son todavía algo más extremas en La Rinconada, en Perú. Se trata de la “ciudad” más alta del mundo, en la que llegan a vivir 60000 personas, aunque no permanentemente, tal y como ocurre en Komic. La Rinconada está a 5100 m sobre el nivel del mar, en los Andes peruanos. Es un lugar muy ventoso en el que las temperaturas están prácticamente bajo cero todo el año. ¿Qué es lo que lleva a miles de personas a vivir temporadas en un lugar tan inhóspito? Una mina de oro.
“Los mineros trabajan bajo el sistema del cachorreo, según el cual trabajan un mes gratis con herramientas mineras que les proporcionan los contratistas a cambio de 3 días de trabajo por su cuenta con sus propios recursos, durante los cuales los mineros se pueden quedar con el oro que encuentren. La ilusión de poder enriquecerse anima a muchas personas sin empleo a venir aquí.” Esclavitud en pleno siglo XXI, que denunciamos desde estas líneas.