Ladrillos mesopotámicos revelan llamativas variaciones del campo magnético de la Tierra
Un nuevo estudio de "arqueomagnetismo" revela cambios en el campo magnético terrestre que quedaron grabados en granos de óxido de hierro de antiguos ladrillos de Mesopotamia.
Ladrillos antiguos, con los nombres de reyes mesopotámicos inscriptos, han aportado importantes conocimientos sobre una misteriosa anomalía en el campo magnético de la Tierra ocurrida hace 3000 años.
La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), describe cómo los cambios en el campo magnético de la Tierra se impregnaron en los granos de óxido de hierro dentro de antiguos ladrillos de arcilla, y cómo los científicos pudieron reconstruir estos cambios a partir de los nombres de los reyes inscriptos en los ladrillos.
Los científicos utilizaron métodos de "arqueomagnetismo", una especialidad que busca firmas del campo magnético de la Tierra en elementos arqueológicos, con el propósito de mejorar los conocimientos sobre la historia del campo magnético terrestre y su evolución a lo largo del tiempo.
“Los ladrillos de barro cocidos y con inscripciones de aquel periodo, entre los milenios III y I a .C proporcionan una base excelente para comprender las condiciones del campo magnético porque esos artefactos están bien datados gracias a sus inscripciones, que nombran a reyes individualmente”, comentó a SINC el autor principal, el profesor Matthew D. Howland, investigador de la Universidad Estatal de Wichita (EE.UU).
El profesor explica que aquellos ladrillos de barro o arcilla se fabricaban con una tecnología similar a la actual: con tierra y paja compactadas en un armazón de madera, antes de ser secados al sol o cocidas en un horno. “Solo los ladrillos cocidos pueden utilizarse para el análisis arqueomagnético”, subraya.
Como eran más caros, solo se empleaban en palacios y templos, sobre todo en las zonas que necesitaban un alto nivel de resistencia al tránsito peatonal o al agua. Los reyes inscribían sus nombres en ellos como señal de su poder para construir esas edificaciones monumentales, y como muestra de devoción a sus dioses.
Analizaron granos de minerales de óxido de hierro en 32 ladrillos de arcilla
El campo magnético de la Tierra se debilita y fortalece con el tiempo, cambios que imprimen una firma distintiva en los minerales calientes que son sensibles al campo magnético. El equipo analizó la firma magnética latente en granos de minerales de óxido de hierro incrustados en 32 ladrillos de arcilla procedentes de sitios arqueológicos de toda la Mesopotamia, que ahora se superpone con el actual Irak.
En el momento en que se fabricaron, cada ladrillo tenía inscrito el nombre del rey actual, que los arqueólogos han fechado en una variedad de períodos de tiempo probables. El nombre impreso y la fuerza magnética medida de los granos de óxido de hierro ofrecieron un mapa histórico de los cambios en la fuerza del campo magnético de la Tierra.
Los investigadores pudieron confirmar la existencia de la "anomalía geomagnética de la Edad del Hierro Levantina", un período en el que el campo magnético de la Tierra fue inusualmente fuerte alrededor del Irak moderno entre aproximadamente 1050 y 550 a. C. por razones poco claras. Se han detectado pruebas de la anomalía en lugares tan lejanos como China, Bulgaria y las Azores, pero los datos procedentes de la parte sur del propio Oriente Medio habían sido escasos.
Cambios rápidos e intensos en el campo magnético terrestre
Para medir los granos de óxido de hierro, el equipo cortó cuidadosamente pequeños fragmentos de las caras rotas de los ladrillos y utilizó un magnetómetro para medir con precisión los fragmentos.
Al mapear los cambios en el campo magnético de la Tierra a lo largo del tiempo, estos datos también ofrecen a los arqueólogos una nueva herramienta para ayudar a fechar algunos artefactos antiguos. La fuerza magnética de los granos de óxido de hierro incrustados dentro de los objetos cocidos se puede medir y luego comparar con las fuerzas conocidas del campo magnético histórico de la Tierra. Los reinados de los reyes duraron desde años hasta décadas, lo que ofrece una mejor resolución que la datación por radiocarbono, que sólo indica la fecha de un artefacto con un margen de error de unos pocos cientos de años.
Un beneficio adicional de la datación arqueomagnética de los artefactos es que puede ayudar a los historiadores a identificar con mayor precisión los reinados de algunos de los reyes antiguos que han sido algo ambiguos. Aunque la duración y el orden de sus reinados son bien conocidos, ha habido desacuerdo dentro de la comunidad arqueológica sobre los años precisos en que asumieron el trono debido a registros históricos incompletos. Los investigadores descubrieron que su técnica se alineaba con una comprensión de los reinados de los reyes conocida por los arqueólogos como la "Cronología Baja".
El equipo también descubrió que en cinco de sus muestras, tomadas durante el reinado de Nabucodonosor II, del 604 al 562 a. C., el campo magnético de la Tierra parecía cambiar drásticamente durante un período de tiempo relativamente corto, lo que agrega evidencia a la hipótesis de que los rápidos picos de intensidad son posibles.
Referencia de la noticia:
Matthew D. Howland, et al. Exploring geomagnetic variations in ancient mesopotamia: Archaeomagnetic study of inscribed bricks from the 3rd–1st millennia BCE. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). 2023.