La extinción de los dinosaurios permitió que las plantas con flores prosperaran
El asteroide que acabó con los dinosaurios permitió que las flores prosperaran en el planeta. Las mayoría de plantas con flores que conocemos hoy en día surgieron antes del catastrófico evento.
La extinción de los dinosaurios y grandes reptiles fue una bendición para las plantas con flores. Una reciente investigación ha determinado que las plantas con flores salieron indemnes de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno hace 66 millones de años, lo que les permitió aprovechar el nuevo planeta sin dinosaurios. Unos perdieron, y otros ganaron por mucho.
Los resultados de un estudio publicados en la revista Biology Letters indican que el asteroide gigante que acabó con los dinosaurios a finales del Cretácico, hace entre 145 y 66 millones de años, dejó a las flores relativamente ilesas, y éstas florecieron después sin competición en el terreno. Tal como indica Live Science, en ese episodio la Tierra perdió tres cuartas partes de sus especies, incluidos todos los dinosaurios no aviares.
Esto ocurrió cuando un asteroide impactó en la península mexicana de Yucatán hace 66 millones de años. Los científicos llaman a este cataclismo la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg). Ahora un nuevo modelo revela que a pesar de la devastación generalizada, las principales familias de plantas con flores, llamadas angiospermas, se adaptaron lo suficiente como para sobrevivir al mortífero acontecimiento y cosechar los frutos.
A falta de dinosaurios las flores tomaron ventaja
Jamie Thompson, biólogo evolutivo postdoctoral de la Universidad de Bath en Inglaterra, señaló que "después de que la mayoría de las especies de la Tierra se extinguieran en K-Pg, las angiospermas tomaron la ventaja, de forma similar a como los mamíferos tomaron el relevo después de los dinosaurios, y ahora casi toda la vida en la Tierra depende ecológicamente de las plantas con flores".
Los investigadores tienen dificultades para identificar plantas con flores en el registro fósil ya que la mayor parte del registro está formado por hojas aisladas que no están unidas a otros órganos vegetales, tal como lo determinaba un estudio de 2008 publicado en la revista The Paleontological Society Papers. Hay indicios de extinciones de plantas con flores tras el impacto del asteroide, pero no de un declive generalizado como en otros tipos de organismos.
Ahora, para saber más sobre cómo respondieron las plantas con flor al evento de extinción K-Pg, se analizaron los principales linajes de plantas con flor previamente cartografiados a partir de mutaciones del ADN de miles de especies. Para ello se utilizaron modelos matemáticos para estimar que las plantas con flores experimentaron una tasa de extinción relativamente estable a lo largo del tiempo, sin pruebas de una extinción masiva. Esto significa que, si bien se perdieron especies individuales, los grandes grupos familiares sobrevivieron.
El legado del asteroide Chicxulub
Algo interesante para destacar es que la mayoría de las familias de plantas con flores que vemos hoy en día surgieron antes del evento K-Pg, con los antepasados de las orquídeas modernas, magnolias y menta viviendo junto a los dinosaurios. Tras la extinción del K-Pg, las plantas con flores supervivientes se extendieron y diversificaron.
"Las plantas con flores tienen una notable capacidad de adaptación ya que utilizan diversos mecanismos de dispersión de semillas y polinización, y algunas han duplicado todo su genoma y otras han evolucionado nuevas formas de fotosintetizar", indica Santiago Ramírez-Barahona, coautor del estudio e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México. "Este 'poder de las flores' es lo que las convierte en verdaderas supervivientes de la naturaleza".
Al menos cinco grandes extinciones masivas han marcado la historia de la vida y han influido profundamente en la diversidad y distribución de grupos enteros de organismos. De ellas, la más reciente fue la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg), ocurrida hace aproximadamente 66 millones de años y asociada al impacto del asteroide Chicxulub.