Incógnita en España por las lluvias del Sahara: ¿y si la zona de convergencia intertropical se está acercando?
El ascenso de latitud de la zona de convergencia intertropical debido a la expansión de la célula de Hadley puede tener consecuencias en España. Analizamos cuáles.
Comienza el mes de septiembre y se prevé un episodio muy anómalo de lluvias que afectarán a una considerable extensión del Sahara, como consecuencia del desplazamiento hacia el norte de un ramal que se irá descolgando de la zona de convergencia intertropical (ITCZ).
Dicha circunstancia plantea algunos interrogantes, como si una rareza así en el comportamiento atmosférico (una más) empezará a dejar de serlo en el futuro, y si incursiones tropicales como esa tendrán consecuencias en el tiempo en España.
Para tratar de responder a esa pregunta, expliquemos primero qué es la citada ITCZ y también la célula de Hadley del hemisferio norte, para posteriormente comentar qué cambios empiezan a observarse en ellas y cómo podrían afectar a la región mediterránea. La ITCZ es una franja terrestre de bajas presiones que se sitúa en torno al ecuador, donde convergen los vientos alisios de ambos hemisferios. Gracias a los grandes aportes de humedad debidos a esa convergencia y a la elevada insolación, en esa zona de la Tierra crecen en ella enormes tormentas, que caracterizan el clima tropical.
La ITCZ se sitúa en su mayor parte al sur del ecuador durante el invierno boreal y al norte en verano. Esa basculación estacional, junto al efecto de Coriolis -debido a la rotación terrestre– es responsable del cambio que tiene lugar en el régimen monzónico, distinto según la época del año.
Los grandes ascensos de aire tropicales ponen en marcha las dos células de Hadley (una en cada hemisferio). Estas células de circulación atmosférica transportan una gran cantidad de calor y humedad a latitudes más altas, situándose su rama descendente hacia los 30º de latitud, donde se sitúa el cinturón de grandes anticiclones subtropicales.
Expansión de las células de Hadley y desplazamiento de la ITCZ
Debido a esa conexión existente entre las células de Hadley (CH) y la ITCZ, cualquier cambio que se produzca en las primeras conllevará un cambio en la segunda. La variabilidad natural del comportamiento atmosférico hace que esos cambios intranuales en el comportamiento de ambas no sean iguales todos los años. Si hasta ahora el principal modulador de ese cambio estacional era la insolación, de un tiempo a esta parte, está cobrando cada vez más peso el calentamiento global.
El IPCC en su Sexto y último Informe (AR6, 2021) adjudica un nivel de confianza alto a la expansión hacia latitudes altas de las CH, indicando que para el caso particular de la célula situada en el hemisferio norte dicha expansión y desplazamiento hacia el norte se constata desde 1980.
Esa subida de latitud conlleva un mayor número de incursiones del chorro subtropical en la zona templada (latitudes medias), aumentando, en consecuencia, las interacciones entre ese chorro y el polar.
Dicha circunstancia se irá reflejando en distintos cambios en distintos patrones meteorológicos, tanto en la zona subtropical como en latitudes medias. Uno que es fácil de intuir: la zona de influencia de las altas presiones subtropicales se desplazará más hacia el norte (al sur en el hemisferio austral), lo que implica un aumento de los periodos de tiempo seco y soleado, así como las sequías, en el ámbito ibérico. Ya se observa en la Península Ibérica una mayor persistencia de dorsales de aire subtropical.
El Sexto Informe del IPCC también apunta que a lo largo del presente siglo los ciclones tropicales podrán desplazarse hacia latitudes más altas, pudiendo afectar a zonas muy pobladas, principalmente del hemisferio norte. Esa podría ser la respuesta a la subida global de las temperaturas, a la expansión de la CH y a los cambios en las corrientes en chorro y en la ITCZ, que es la zona embrionaria de los devastadores huracanes.
Previsibles consecuencias en España
Cada vez se publican más estudios que certifican que esos cambios irán a más en las próximas décadas. Uno publicado hace un par de meses proyectaba un desplazamiento hacia el norte de las lluvias tropicales ligadas a la ITCZ, lo que dará lugar a episodios como el que, previsiblemente, se producirá este mes de septiembre.
Durante los últimos quince años, se viene observando una expansión de las bandas de aridez (por la citada expansión de las células de Hadley) en regiones como el Mediterráneo, el sur de Australia o de California.
El citado estudio –publicado en la revista Nature Geoscience– confirma la extensión del área de influencia tropical, lo que en el ámbito de España peninsular y Baleares puede tener dos principales consecuencias. La subtropicalización del clima en nuestro ámbito geográfico es un hecho que ya comienza a constatarse. Tal y como citábamos, se producen con mayor recurrencia las condiciones de sequía y las rachas secas de larga duración, así como los episodios de lluvias intensas, más propias hasta ahora del ámbito tropical y subtropical.
Todo apunta que el proceso de cambio puesto en marcha (forzado por el calentamiento global) irá a más en el futuro. El hecho de convivir cada vez más tiempo con las sequías, el calor extremo y la irregularidad pluviométrica, aparte de complicarnos la adaptación a esas nuevas condiciones, dificultará también numerosas actividades, afectadas en gran medida por la componente meteorológica y climática.