¿Importa de dónde viene el agua de lluvia? Esto es lo que dicen unos expertos de la Universidad de Estocolmo
Según una nueva investigación, el origen de la lluvia es importante para predecir el riesgo de seguridad hídrica global. Este riesgo es mayor de lo que se creía anteriormente.
El agua es el recurso más preciado de la Tierra, pero asegurar el suministro de agua mundial es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo.
La representación típica del suministro mundial de agua es que la lluvia que cae sobre la superficie de la Tierra se almacena en acuíferos, lagos y ríos. Esta idea se utiliza luego para evaluar la seguridad hídrica y el riesgo de escasez de agua.
Una nueva investigación de la Universidad de Estocolmo ha descubierto mayores riesgos para el suministro de agua de lo que se había previsto anteriormente y muestra cómo estos riesgos dependen de la gobernanza y de las condiciones ambientales a barlovento, en áreas donde se origina la humedad para la lluvia.
Humedad olvidada
“El suministro de agua en realidad se origina de antemano, con la humedad evaporada de la tierra o del océano que viaja a la atmósfera antes de caer en forma de lluvia”, dice Fernando Jaramillo, profesor asociado de Geografía Física. “Esta humedad en contra del viento suele pasarse por alto al evaluar la disponibilidad de agua”.
Si diferentes países o autoridades comparten un río o lago, las evaluaciones y regulaciones suelen aplicar un enfoque aguas arriba, considerando las condiciones en la dirección río arriba desde el cuerpo de agua. Sin embargo, una perspectiva contra el viento considera hacia dónde se transporta el río evaporado antes de que termine en forma de lluvia. Conocida como "cuenca de precipitación", puede cubrir grandes áreas de la superficie terrestre.
“Por ejemplo, en la Sudamérica tropical, la mayor parte de la cuenca del Amazonas está aguas abajo de la cordillera de los Andes, mientras que grandes áreas de los Andes están a sotavento de la selva amazónica y dependen de ella, lo que hace que estas dos regiones dependan una de otra para el suministro de agua”, dice Fernando Jaramillo.
Disponibilidad de agua
El estudio examinó 379 cuencas hidrológicas en todo el mundo y descubrió que los riesgos para la seguridad hídrica son notablemente mayores cuando se considera el origen del agua a barlovento.
“Con este enfoque, vemos que 32900 km³/año de necesidades de agua en todo el mundo enfrentan un riesgo muy alto, un aumento cercano al 50 %, en comparación con los 20.500 km³/año resultantes del enfoque más tradicional aguas arriba”, dice José Posada, ex estudiante de doctorado de la Universidad de Estocolmo.
A medida que una gran cantidad de agua se evapora de las plantas, los cambios en el uso de la tierra pueden afectar la disponibilidad de agua a sotavento. Por ejemplo, si la deforestación y el desarrollo agrícola predominan en las zonas a sotavento, puede haber una disminución en la cantidad de humedad que proporciona la vegetación, lo que reduce las precipitaciones a sotavento y aumenta el riesgo para la seguridad hídrica.
“En los países costeros como Filipinas, la mayor parte de la lluvia proviene del mar, lo que significa que los cambios en el uso de la tierra representan un riesgo muy pequeño para la seguridad hídrica. En cambio, en los países del interior, como Níger, las precipitaciones provienen principalmente de la humedad que se evapora en países vecinos como Nigeria y Ghana”, afirma Jaramillo. “Esto expone a muchos países sin litoral a un alto riesgo en lo que respecta a la seguridad hídrica que se ve afectada por los cambios en el uso de la tierra”.
Codependencia
Factores políticos como la gestión ambiental y las regulaciones en áreas donde la humedad se evapora primero pueden afectar la seguridad del agua en áreas completamente diferentes. “Por ejemplo, la cuenca del río Congo, que depende en gran medida de la humedad de los países vecinos con un bajo desempeño ambiental y gobernanza según los indicadores globales, enfrenta riesgos considerables debido a la posible deforestación y los cambios no regulados del uso de la tierra en las áreas vecinas”, dice Lan Wang-Erlandsson, investigador del Centro de Resiliencia de Estocolmo en la Universidad de Estocolmo.
El estudio enfatiza la codependencia entre los países ubicados aguas arriba/a favor del viento y aguas abajo/a contraviento, demostrando cómo la falta de gobernabilidad y de resultados medioambientales en un país situado río arriba puede ser relevante para el abastecimiento de agua de un país situado río abajo.
"No es posible ignorar la interdependencia entre países", afirma Wang-Erlandsson. "Al final, todo el agua está conectada, por lo que no solo deberíamos preocuparnos por cómo gestionamos nuestros recursos hídricos dentro de una región o país, sino también por cómo lo hacen nuestros países vecinos".
“Esperamos que los hallazgos de este estudio puedan ayudar a identificar dónde y hacia quiénes se pueden dirigir las estrategias y esfuerzos de cooperación para mitigar las causas de las tensiones relacionadas con el agua, incluidos los flujos de agua atmosférica en los marcos de toma de decisiones transfronterizos y de gobernanza del agua. Destacamos la necesidad de cooperación internacional para gestionar eficazmente las fuentes de humedad en contra del viento”, concluye Fernando Jaramillo.
Referencia de la noticia:
Posada-Marin, j. et al. (2024) Upwind moisture supply increases risk to water security, Nature Water