¿Has oído hablar de la Anomalía del Atlántico Sur? Te contamos qué es
La Anomalía del Atlántico Sur es una particularidad del campo magnético en esta región del planeta que tiene algunos efectos. Os lo contamos.
Muchas veces hemos hablado de la Oscilación del Mediterráneo, la Oscilación Ártica o la Oscilación del Atlántico Norte (NOA). Todas ellas hacen referencia a comportamientos o patrones que marcan las masas de aire en estas regiones. En este artículo os queremos hablar de otra oscilación, pero que va más allá de la atmósfera. Se trata de la Anomalía del Atlántico Sur y está relacionada con el campo magnético de la Tierra. En esta región se produce una irregularidad o inestabilidad en el campo magnético.
La función principal de este campo magnético o "colchón" lleno de partículas cuánticas y cargas eléctricas es proteger al paneta de partículas peligrosas que proceden del espacio exterior, como el viento solar que emite el sol o los rayos cósmicos. 2
Factores existenciales
La causa existencial de este campo magnético es la combinación entre la estructura del interior de la Tierra (metálica y en estado semi-fluido) y de movimientos varios, como la rotación de la Tierra o las torsiones de columnas de material magmático que suben por la corteza terrestre. Estos movimientos producen una desviación del centro del campo magnético de la Tierra.
La morfología de la anomalía es cambiante y no se mantiene estática con el tiempo. Según la NASA, el movimiento del hierro fundido a 3.000 kms debajo de la superficie actúa como un generador, llamado geodinamo; y debemos contemplar las corrientes eléctricas que crean estos desplazamientos.
Efectos y consecuencias
Esas inestabilidades en el "colchón magnético" no tienen efectos negativos ni perjudiciales para la vida humana, pero sí en todo aquello que circule en órbita. Por ejemplo, los satélites y astronautas tienen que ir con cuidado cuando transitan por el seno de esta región. La menor intensidad del campo magnético implica una menor altura de los Cinturones de Van Allen, que serían unas zonas de protección creadas por ese mismo campo magnético.
Habitualmente se sitúan por encima de los 500 km, pero en esta región de Anomalía del Atlántico Sur están a una cota inferior que los satélites que giran alrededor de la Tierra, a unos 200 km de altura. Esto puede suponer un peligro, porque las partículas cargadas eléctricamente del espacio pueden implicar daños en los equipos electrónicos. Para evitar esa situación, algunos satélites se desactivan temporalmente durante el minutaje de tránsito en esta zona. Además, cabe destacar que en estos sectores se produce una fuerte radiación.
La Estación Espacial Internacional también utiliza como "autopista" esta Anomalia del Atlántico Sur y precisamente en su estructura tiene una protección especial. Algunos astronautas han descrito problemas temporales en la visión cuando han pasado por encima, como destellos de luz. El telescopio espacial Hubble no hace observaciones y está "inactivo" en esos momentos "anómalos".
Expansión hacia el oeste
Algunos científicos han demostrado que la Anomalía del Atlántico Sur se está debilitando y expandiéndose hacia el oeste. Simultáneamente, se está dividiendo en dos lóbulos en lugar de uno grande. Esto implica un cambio en la planificación y gestión de las rutas de los satélites y de la estación Espacial Internacional. Los científicos de la NASA están monitoreando estas evoluciones para ver como la fuerza del campo magnético podría afectar la atmósfera.